La Ley de Estabilidad Presupuestaria obliga a las administraciones locales a tener unas previsiones económicas en función de sus gastos e ingresos. El Concello de Narón ha hecho los deberes en este sentido. Es por eso que ayer, y en rueda de prensa, el responsable del área económica del equipo de gobierno, el nacionalista Pablo Villamar diese, a conocer una programación que abarcará el período comprendido entre los años 2016 y 2018. La principal novedad que se desprende del citado documento es la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que el Concello prevé aplicar a partir del próximo año. Con esa medida se trata de compensar en algo más de un 50% la regulación anual del 10% de la diferencia entre la base liquidable y el valor catastral de los inmuebles determinado en la ponencia de valores aprobada en el año 2008.
El Concello aplicará una reducción del 0,70 % actual hasta el 0,64 % previsto para el año 2018, a razón de dos centésimas anuales, según apuntó en comparecencia pública Pablo Villamar. Esta rebaja, no obstante, solo se trasladará a los bienes de naturaleza urbano, mientras que se mantendrán los tipos vigentes para los rústicos (0,7% y especiale 0, 64%). Además, Villamar secordó que sería aconsejable que el Gobierno central introdujera cambios en las valoraciones catastrales de los inmuebles, dado que los actuales no son los mismos que los fueron fijados hace años, y por lo tanto “habería que retocalos á baixa”, según el edil . La baja del IBI previsto para el próximo trienio contempla un aumento significativo de la recaudación en el IAE y en las transferencias por la participación en los ingresos del Estado, en consonancia con la evolución de la economía a nivel estatal. Ambos conceptos supondrán un incremento medio de 57.000 euros anuales en las arcas municipales.