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jueves | 25 abril | 2024
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) confirma la expectativa de empeoramiento del ritmo de crecimiento de la economía española, mientras que empieza a ver signos de estabilización en la evolución negativa que llevaba constatando desde hace meses en países como Estados Unidos, Alemania o el Reino Unido.
El indicador compuesto avanzado para España baja 18 centésimas en octubre hasta 98,58 puntos, y se queda netamente por debajo del nivel 100 que marca la media de largo plazo, indicó ayer la OCDE.
Es el mayor descenso mensual desde que empezó a deteriorarse hace ya más de un año este indicador, que anticipa inflexiones en el ciclo económico con entre seis y nueve meses de antelación.
Además, en octubre la baja en España supone el tercer mayor retroceso de los países de la OCDE, solo superado por Estonia (44 centésimas a 97,80 puntos) y Eslovenia (21 centésimas a 97,61 puntos).
En términos generales, los indicadores anticipan un crecimiento estable en la OCDE, pero a un ritmo interior al de la tendencia en los principales países y también en la mayor parte de las grandes economías emergentes.
Lo más notable son los “signos de estabilización” que emergen en Estados Unidos (+4 centésimas a 98,86 puntos), Alemania (+5 centésimas a 98,77 puntos) y en el Reino Unido (sin cambios con 98,93 puntos), donde los indicadores han dejado de bajar en octubre. No obstante, la organización puntualizó que en el caso del Reino Unido hay importantes márgenes de error por la incertidumbre en torno al Brexit.
La ralentización no es tan alta
La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, entró a valorar ayer este análisis que hizo público la OCDE y señaló que la perspectiva que tiene el Gobierno de España difiera un poco, ya que la ralentización del crecimiento económico español “no se está profundizando” y, según afirmaba la propia Calviño, la economía continuará creciendo en 2020 “por encima” de la media de la UE.
La ministra incidió en el aspecto de que el informe detecta una “estabilización de la situación económica”, de manera que, a pesar de que existe esa ralentización, esta no se está profundizando. Según Calviño, este análisis coincide con los datos más recientes del Banco de España y de otros organismos internacionales que ven la estabilización de la ralentización.
