El almirante jefe del estado mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado, aseguró ayer en Ferrol que la Armada “hace ya mucho tiempo que no piensa en la sexta fragata” y abogó por “estudiar y plantearnos el futuro de la F-110”. “Pensamos en el futuro y en la renovación de las unidades”, explicó, “pero no en la F-106 porque creo que hacerlo tendría más inconvenientes que ventajas”. El Ajema precisó que esa nueva unidad que comprometió el actual jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, en su investidura y que ahora ante la alarmante falta de carga de trabajo en los astilleros de Navantia vuelven a reclamar los sindicatos, “no se parecería en nada a la primera” de su serie y aludió a las dificultades que conllevaría su mantenimiento y a la rápida evolución de la tecnología para justificar el desinterés de la Armada por el buque.
Muñoz-Delgado realizó estas declaraciones tras presidir, en primer lugar, el Consejo Superior de la Armada en el Palacio de Capitanía General y, posteriormente, la ceremonia de baja del portaaviones “Príncipe de Asturias”, construido en la Empresa Nacional Bazán en la década de los 80 y que ayer puso fin a un cuarto de siglo al servicio de la Armada. De este modo, el proceso de inmovilización, desactivación y desarme que comenzó en la última base del barco, Rota, a finales del año pasado, desembocó en el “día triste” de su baja, como lo definieron el propio Ajema y el último comandante del portaeronaves, el capitán de navío ferrolano Alfredo Rodríguez Fariñas.
Sobre el futuro que le aguarda al “Príncipe de Asturias” tras finalizar su ciclo de vida útil, el almirante jefe del estado mayor de la Armada se limitó a decir que “a partir de ahora seguiremos con el desmantelamiento y si en el ínterin surgen ofertas al Ministerio de Defensa serán tenidas en cuenta”. Muñoz-Delgado reconoció que “hay algún país interesado” y, pese a no dar nombres porque quien lleva las negociaciones es el Ministerio de Defensa a través de la Dirección General de Armamento y Material –en las últimas semanas ha tomado cuerpo la opción de Angola–, recordó algo que considera muy importante, y es que “manejar un portaaviones no puede hacerlo cualquiera”. “Hay muy pocas Marinas en el mundo”, añadió, “que sean capaces de marinar un portaaviones de esta categoría. Se necesita infraestructura, personal adiestrado y dotaciones preparadas, dinero y muchos años, como nos costó a nosotros ser capaces de marinarlo”.
El acto de baja de la Lista Oficial de Buques de la Armada del “Príncipe de Asturias” contó con la intervención del último de los catorce comandantes que tuvo, el barco, el ferrolano Rodríguez Fariñas. El marino expresó su “orgullo” y el de todos los militares que han estado destinados en el portaeronaves por haber formado parte de su dotación y subrayó que su puesta en servicio en el año 1988 introdujo a la Armada española entre el selecto club de las Marinas del mundo –siete a la sazón– que contaban con un buque de estas características y capacidades.