La CIG entregó el pasado viernes el Premio “8 de marzo” a las trabajadoras de la firma Cleanet por su lucha en demanda “dun dereito tan elemental como recibir un salario polo traballo desenvolvido, dando unha resposta de clase aos abusos da patronal”. En la ciudad ferrolana, el colectivo mantuvo una huelga indefinida de más de cien días con el objetivo de reclamar el pago de los salarios por parte de la empresa, adjudicataria de la limpieza de las instalaciones militares tanto en la ciudad naval como en otros puntos del territorio gallego y estatal.
A pesar de que el impago fue generalizado en todos los centros de trabajo, “foi en Galiza onde o conflito tivo un carácter máis intenso grazas á forza e a unidade das traballadoras”, destacó la secretaria confederal de Muller de la CIG, Margarida Corral, en alusión a las protestas llevadas a cabo tanto en Ferrol como en Pontevedra, en este último caso con 13 jornadas de huelga entre septiembre y febrero. A su juicio, fue la unidad de las trabajadoras la que posibilitó “que mantivesen unha dinámica mobilizadora a prol da súa dignidade”, combinando huelgas con otras acciones reivindicativas como concentraciones.
Junto a este galardón, la central nacionalista entregó también el relativo al “Día da Clase Obreira Galega”, que en este caso fue para el personal de Urbaser.
En ambos casos de tuvo en cuenta la firmeza con la que, a pesar de las presiones, defendieron sus reivindicaciones.