Los comités de empresa de Navantia en la ría convocaron ayer a los medios de comunicación para denunciar la reciente adjudicación del paquete de subcontratación del ramo de habilitación del flotel de Pemex a la viguesa Regenasa a través de un proceso negociado y sin publicidad. Los representantes sindicales advirtieron de que no se consentirá la competencia desleal dentro del astillero y que, por tanto, la firma tendrá que cumplir los acuerdos de 2001 que están en vigor para todas las auxiliares.
Los comités explicaron que Navantia justifica el procedimiento empleado en la licitación porque la mano de obra supone menos de la mitad del coste total del contrato, una circunstancia que consideraron no casual dado que en el mismo encargo va, sin embargo, el 100% de lo que representa el acopio de material, la construcción y la logística de la habilitación del flotel. Ignacio Naveiras, de CCOO, puso en duda que no sea necesario, más adelante, ampliar la carga de producción del contrato y advirtió de que los sindicatos van a estar vigilantes al respecto.
Pero además, los delegados denunciaron una política planificada y dirigida a rebajar las condiciones laborales en Navantia, a través de los procedimientos de subcontratación. Aludieron a la concesión del servicio de limpieza, que se adjudicó con una baja del 25% sobre el presupuesto de salida, y al último de Regenasa, que confirma la tendencia. Según dijeron, se va a exigir el cumplimiento de los acuerdos de 2001 por la vía de la movilización si es necesario. Dichos pactos, señaló Naveiras, “establecen condicións que non son superiores ás que se esixen ás auxiliares en Cádiz, onde ninguén as puxo en dúbida; teñen unha teima con Ferrol”.
Antonio Vigo, de Alternativa Independiente, denunció que “pretenden camuflar a súa reforma laboral con intermediarios e manter esta comarca na precariedade total”, mientras que Marcelo Amado, de la CIG, criticó que la adjudicación a Regenasa “rasga a legalidade”. Jorge Prieto, presidente del comité de Fene, consideró que el plan industrial que Navantia retiró en diciembre del consejo de administración “en la práctica ya se está cumpliendo”.   
Tal como informó este diario el pasado martes, Regenasa se hizo con el contrato con un precio de menos de 15 millones de euros, mientras las otras siete ofertas se situaban en torno a los 20, y en asociación con dos firmas de la zona, Norinver y Calsomatu, que asumirán las partes de electricidad y tubería. Los representantes sindicales se preguntaron si también estas firmas pretenden incumplir los acuerdos que hasta ahora venían respetando. n