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domingo | 19 mayo | 2024
El pasado día 30, a las diez de la noche, se cerraba la carretera de la Trinchera para dar comienzo a la segunda fase de las obras de humanización de la avenida de As Pías. Para tratar de paliar los problemas en el tráfico rodado derivados de clausurar una de las principales arterias de entrada y salida del núcleo urbano, se desarrolló una rotonda temporal de interconexión entre los barrios de Caranza y O Bertón –uniendo las calles Marqués de Santa Cruz y Salvador Allende–, ofreciendo así una alternativa a la circulación a través del polígono de A Gándara.
Sin embargo, apenas un día después de su apertura, este vial, que si bien ofrece una visión aproximada de cómo será la nueva avenida de As Pías es de carácter provisional, comenzó a presentar desperfectos en el firme. Así, esta coyuntura fue ayer abordada por el alcalde, José Manuel Rey, a preguntas de la prensa en su comparecencia posterior a la última reunión de la Xunta de Goberno Local (XGL).
De este modo, Rey Varela lamentó el estado de la rotonda, explicando que el mismo se debía a las malas condiciones meteorológicas de los últimos días, unido a la necesidad de abrirla para cumplir con el cronograma de la intervención. “A ninguén se lle escapa que, como consecuencia do mal tempo e para cumprir o plazo, a execución non foi a máis adecuada”, admitió el regidor, insistiendo que se trataba de algo provisional.
Esta coyuntura, así como la necesidad de subsanarla al menos de cara a la recepción final de la obra, será abordada en los próximos días durante una nueva reunión con el Ministerio de Transporte, responsable de la intervención. En este sentido, el alcalde no detalló la fecha concreta –salvo que sería entre esta semana y la próxima–, pero sí que los vecinos podrán participar.
“Nós desde logo vamos a plantexar a necesidade de que cando recepcionemos a actuación esté impecable desde o punto de vista técnico, que é o que debemos esixir con calquera tipo de obra pública”, detalló, añadiendo además que la infraestructura pasaría a ser de titularidad municipal. “Creo que había que cumprir os plazos e que tamén fallaron as condicións meteorolóxicas, pero eso non impide que se poidan realizar actuacións antes da recepción definitiva que garantan unha boa circulación por esa rúa”, zanjó.
Otra de las incógnitas que rodean a la intervención es cuándo y cómo se producirá el cierre del túnel de la calle Nueva de Caranza. Junto con la Trinchera, este vial también absorbe una parte importante del flujo circulatorio de los barrios de Esteiro y Ultramar, especialmente en hora punta, por lo que la clausura de su conexión con la rotonda del Diapasón será una prueba más para el plan conjunto para canalizar el tráfico rodado.
A este respecto, José Manuel Rey eludió establecer un horizonte temporal concreto, argumentando que primero había que esperar a la celebración de la reunión antes mencionada. “Temos que ir por fases para ir vendo as repercusións no tráfico na cidade”, aseveró el regidor.
Cabe recordar que los planes iniciales establecían el cierre el pasado día 26, una situación que finalmente no se produjo al no haber una alternativa viable para la circulación. Asimismo, durante el encuentro con los vecinos del pasado abril se planteó que podría ser el próximo mes de julio, coincidiendo con la potencial reapertura de la Trinchera. Sin embargo, el alcalde desechó establecer una fecha concreta, explicando que la intención del Concello es realizarlo “canto antes, porque esa obra leva moitísimo retraso e nós o que queremos é recuperar o tempo perdido”, afirmó.
En cuanto al retraso acumulado por los trabajos, el regidor ferrolano no quiso profundizar en el mismo, incidiendo en que “eu o que teño que garantizar é a colaboración entre administracións para que unha gran oportunidade para Ferrol se convirta nun problema, que é o que nos atopamos”.
En este sentido, José Manuel Rey lamentó que la demora era “moi elevada” pero que en estos momentos lo primordial era “remar nunha mesma dirección”. “Vamos a tratar de que esto sexa do pasado”, afirmó, aunque también señaló que, a día de hoy, los nuevos plazos y las reparaciones acordadas “se van cumprindo”. En cualquier caso, el regidor zanjó el tema subrayando que no se trataba de una intervención dependiente del Concello y que, por parte del gobierno local, solo se puede “cooperar”.
