El estudio encargado por el Concello de Ferrol para presentar una propuesta alternativa al transporte colectivo en autobús ya ha sido trasladado a la Xunta, concretamente a la Dirección Xeral de Mobilidade, para tratar de llegar a un acuerdo cuanto antes y corregir las deficiencias que en la actualidad presenta el servicio. El Ayuntamiento plantea propuestas mucho menos restrictivas que las que defienden las empresas concesionarias, con las que ha tratado de buscar consensos, pero que incluyen modificaciones sustanciales.
El concejal de Transportes, Pablo Cal, rechaza las reducciones que se plantean, especialmente en la zona rural, y propone una reestructuración en la zona urbana que afecta sobre todo a las concesiones de Tranvías de Ferrol. La recuperación de las paradas suprimidas en Ferrol Vello para las líneas 3 y 1-B –ambas con destino al hospital Arquitecto Marcide y cuya eliminación fue objeto ayer de una protesta vecinal– es una de las iniciativas del Concello, junto con otra demanda importante que se remonta ya a hace varios años: que los autobuses que llegan hasta el complejo hospitalario tengan una parada más en el Hospital Naval. Pablo Cal explicó que cada vez hay más consultas médicas externas en estas instalaciones y que resulta incongruente que los usuarios tengan que hacer a pie el trayecto desde el Marcide.
El estudio encargado por el Concello en relación con el transporte colectivo plantea actuar sobre todo en tres grandes ejes de comunicación: Ferrol-Xuvia; Ferrol-Residencia (carretera de Catabois) y centro-Caranza. El primero, dijo el responsable municipal de Transportes, “está muy bien cubierto, tiene un elevado número de usuarios y unsa frecuencias muy adecuadas”. El segundo, el del complejo hospitalario, es más deficitario, y el tercero, el de Caranza sufrirá –si prospera la propuesta municipal– una pequeña modificación para convertir la línea en una especie de circular. Aumentará el número de frecuencias para reforzar el servicio y se modificarán los recorridos y paradas de manera que tengan una equidistancia desde los diferentes puntos del barrio.
equilibrio
Estas líneas son las que, según el Ayuntamiento, deberían “compensar” las que tienen menos viajeros. Pablo Cal señaló al respecto que Ferrol no tiene una empresa municipal de transportes y que tampoco dispone de los 6 millones de euros anuales que –como media– destinan las ciudades del mismo tamaño a este servicio porque “no tenemos esa capacidad y además ahora hay otras prioridades”. Por este motivo, apuntó, depende en exclusiva de las empresas privadas, “con las que hay que tratar de llegar a acuerdos para alcanzar propuestas más beneficiosas que las que ellas plantean, porque, aunque a los operadores no se les puede pedir que pierdan dinero sistemáticamente, sí hay que buscar un equilibrio”. Este vendrá de la mano de esas líneas que se pretenden reforzar, que compensarán otras con menor número de viajeros que tienen funcionalidad pero no ofrecen beneficios.
El concejal hizo referencia al enorme descenso de viajeros que se detalla en el estudio encargado por el Concello, y que en el caso de Ferrol no es atribuible en exclusiva a una situación de crisis, sino a problemas de funcionamiento de las líneas.
Esta deficiencia es la que se pretende corregir, aunque el horizonte temporal es algo que depende de la Dirección Xeral de Mobilidade, con la que hay “contactos permanentes”, dijo Pablo Cal.