La escuela de estética Consuelo Silveira Galicia celebrará el próximo domingo 18 una jornada de puertas abiertas, en la que la propia esteticista profesional, Consuelo Silveira, acudirá a presentar el nuevo curso junto a otros importantes profesionales del sector. La jornada será en el Gran Hotel de Ferrol, en horario de 10.30 a 14.00 horas, tras retirar previamente invitación en el número 981 931 083 o en infogalicia@consuelosilveira.com, una oportunidad tanto para profesionales como para aquellos que buscan profesionalizarse.
Ferrol es su única franquicia hasta el momento. ¿Por qué esta elección?
Porque nuestro origen es gallego, aunque soy nacida en Madrid, mi padre era gallego y desde niña voy a Galicia. Es la única escuela en este momento porque franquiciar es muy complicado. Nosotros llevamos 27 años con la escuela abierta en Madrid y tenemos un método propio muy minucioso en el que trabajamos con muy pocos alumnos por grupo, con todos los medios a su alcance. En la escuela hay mucha vocación y pasión. Si esto lo franquicio solo por ganar dinero, un buen día se destroza el método. Y por eso, aunque tenemos muchas solicitudes, nos lo pensamos muchísimo. Personalmente viajo y extiendo mi método por muchos países del mundo, pero luego el dejarlo en manos ajenas es como si tienes un hijo y lo dejas en cualquier lado.
¿Pero por qué Ferrol específicamente?
En Ferrol había una alumna mía, que yo sé que amaba el método, que lo respetaba y que le ponía el mismo amor que le pongo yo y me pareció que el mejor lugar para poner una escuela era Galicia, porque la mitad de mi sangre está ahí. Por la pasión que ella le puso y la confianza que ella me inspiraba de que realmente lo iba a cuidar y a querer como yo.
¿Por qué diría que es tan importante la profesionalización en este ámbito?
Esta profesión no es para cualquiera que no la viva, que no la sienta, que no tenga aptitudes y actitudes. Tiene que ser una persona que le guste el manejo de las manos, el cuidado de los demás, que le guste la moda. Va más allá de lo frívolo, que una persona se sienta bien en su propio cuerpo y en su propia piel no es frívolo, es algo que da seguridad. Hoy en día la estética no es algo de la gente pudiente, es algo que todos necesitamos, para sentirnos bien acogidos, para todas las edades, da igual que sea una señora mayor o una futura profesional que va a una entrevista de trabajo. Hay un refrán antiguo que dice “según te ven, así te tratan” y eso es una verdad.
Luego necesita la actitud de ser una persona con vocación de servicio y que quiera estar al día. Hay mucha ciencia detrás de la cosmética y está muy unida a la medicina en cuanto a los avances, que luego llegan de otra manera a nosotros, entonces tenemos que estar al día en las nuevas máquinas que salen, cosméticos, técnicas, masajes... Si un profesional no se actualiza en 2 o 3 años ha perdido la cualificación que tenía, va muy rápido.
En esta conexión con la salud está el masaje mio-activo, que si no me equivoco fue creado por usted.
No te equivocas. Después de muchos años trabajando con las manos y viendo cómo envejecemos, empecé a pensar “si sé lo que puedo conseguir en un tejido con mis manos y sé cómo envejecen las personas, podré trabajar justo en esos puntos”. Es un masaje muy personalizado, manual y natural, se trabaja desde las capas profundas de la piel hasta la superficie con las manos, sin necesidad de cosméticos ni máquinas. Después de trabajar sí aplicamos el mejor producto, pero no mientras trabajamos. Va dirigido a rejuvenecer los gestos, a mejorar el tejido en todas sus posibilidades. Se trabaja incluso en la cavidad bucal, no dentro de la boca, sino entre los dientes y la mejilla, porque ahí la musculatura también reacciona. Es como llevar el rostro al gimnasio, con la diferencia de que en un gimnasio para que tú notes que un glúteo o un abductor ha cambiado tienes que hacer varias sesiones, en cambio aquí los músculos son mucho más manejables y pequeños, por lo que también mucho más receptivos.
¿Cómo es el nivel de los profesionales en esta zona?
Yo diría que España en estética está casi por encima del mundo entero. Es el país que más avanzado está, estamos en muy buena posición y los gallegos también, pero para formarse hay que sacrificarse en desplazamientos. Los gallegos están en cualquier lugar del mundo, han sido los más valientes del mundo para ir a tierras por explorar: Argentina, Brasil... Han sido pioneros y valientes en moverse y viajar miles de kilómetros. Esto no pasa solo en Galicia, sino en todas partes. Muchas veces la gente para ir de vacaciones se va a 12.000 kilómetros y en cambio para ir a un curso un fin de semana no encuentra el momento. Es una pena, porque para estar al día hay que sacrificarse. Si uno hace muy bien su trabajo, pero no se nutre y no ve lo que pasa en el mundo, esa persona en un tiempo está atrasado y el cliente está muy al día. Si tú no les estás ofreciendo novedades, buscan otro sitio diferente.
¿Y cómo diría que puede seguir evolucionando de cara a los próximos años?
Es una profesión que no solo va muy rápido, sino que se ha abierto a ámbitos en los que antes no estaba. En mi escuela en Madrid, ahora tengo lista de espera, pero al principio había pocas personas motivadas: Gente que trabajaba de cara al público o con poder adquisitivo muy alto. Hoy en día no, ya hay clínicas de odontología que han incluido estética, incluso residencias de la tercera edad, de gente que está todavía muy bien y necesita sentirse bien, como parte de la terapia. También en balnearios, en hoteles de lujo, en clínicas estéticas, en gimnasios... La estética tiene su lugar hoy en ámbitos en los que antes no se consideraba necesaria.