El barrio de Esteiro fue ayer el polo de atracción de la ciudad, sobre todo en horario de mañana y noche, ya que a media tarde fueron las playas las protagonistas de la jornada.
Tres eventos coincidieron en distintos puntos de Esteiro para que la oferta abarcase todas las edades y también los diferentes gustos. A lo largo de todo el día se celebró en los dos márgenes de la avenida principal la primera edición del Mercado Solidario de Segunda Man e Artesanía, organizado por la Asociación Veciñal y la entidad que aglutina a hosteleros y comerciantes.
Los puestos, instalados en el agradable paseo bajo los árboles, mostraban y ponían a la venta ropa, calzado, bolsos, juguetes y todo tipo de complementos del hogar, que salieron de las casas de sus propietarios para poder buscar un nuevo espacio en la de los compradores. Además de estos productos típicos de los mercados de segunda mano, las curiosidades llamaban la atención de los visitantes. Los ya extinguidos discos Fundador o los Don Miki retrotrajeron a quienes se acercaron al mercado a unos nostálgicos años setenta-ochenta e hicieron que muchos quisieran llevarse a sus casas la música y la lectura de su niñez.
Pero además de los productos de segunda mano, la artesanía triunfó en este mercado. La imaginación y la maña quedó demostrada en puestos de joyería –con los más diversos materiales, desde cremalleras a lana, cuerdas o plásticos–, pintura o adornos –desde los hechos con semillas y elementos de la naturaleza o con reciclaje de latas a los más actuales de goma Eva–.
Algunos puestos también respondían a las necesidades de colectivos. Así, alumnos del centro ocupacional Souto de Leixa o de protectoras de animales aprovecharon para vender productos con fines solidarios. Un objetivo que, por otra parte, iba ya implícito en el mercado, ya que los organizadores donaron el importe de la instalación de los puestos a la asociación Lazos Pro Solidariedade.
La música también animó la jornada, con la presencia de Donas e Galáns en el mercadillo y con la actuación, en la plaza del Himno Galego, a las 13.30 horas, de la Banda Municipal de Música de Ferrol, bajo la dirección de Narciso Pillo.
Los niños tuvieron además su espacio para alejarse del entretenimiento de las pantallas de ordenador, consola o móvil con la celebración de un circuito de juegos tradicionales, a lo largo de la mañana.
El aro, la llave, los zancos, carreras de sacos o la corta de troncos salieron a la calle para entretener a los más pequeños y hacerles recordar juegos de otras épocas.
Coincidiendo además con esta iniciativa, y tras haber sido suspendido por el accidente de Santiago el pasado mes de julio, la Asociación de Hosteleros e Comerciantes do Barrio de Esteiro –Ahcobe– celebró ayer el Festeiro, desde última hora de la tarde. También en esta ocasión se trataba de mostrar al cliente lo que hay en el barrio, con las especialidades de cada establecimiento.
Un total de 15 locales sirvieron pinchos variados, bacalao, tacos, mejillones o tortillas y bebidas creativas como cócteles, caipiriñas, golosos cafés, cervezas por cubo o caipifrutas. Toda una variada selección de consumiciones, que muchos ya conocían como clientes habituales y que otros descubrieron ayer, gracias a la celebración de esta edición del Festeiro.
Se trata de una de las primeras iniciativas de esta recientemente creada entidad de hostelería y que, con el éxito de ayer, seguramente continúe próximamente con nuevas actividades de dinamización, tanto del comercio como de la hostelería.