Aunque toma su nombre de un queso francés, a la nueva tienda “Pavé Cheese Store” no le faltan referencias ferrolanas. Enrique Rodríguez ha apostado por sus orígenes para montar su propia tienda especializada en quesos después de dos años con la firma Coalbe, ubicada en A Coruña y dedicada a la importación y distribución de variedades nacionales y europeas por toda Galicia. Hoy abre sus puertas en el bajo del número 77 de la calle Dolores, un precioso local que hasta hace poco ocupó un negocio de golosinas.
Enrique Rodríguez se plantea el reto de contribuir a “crear una cultura del queso” en la ciudad de Ferrol. El establecimiento trabajará con unas 60 variedades –la distribuidora del empresario comercializa 180– entre las que habrá quesos gallegos, aunque no los más típicos, como Cortes de Muar; asturianos, como Geo de Lazana; y de otros puntos de España, como el de cabra que elabora Elvira García en la sierra de Guadarrama, así como varias decenas de referencias llegadas de países europeos. Entre ellos están el queso más grande del mundo, un Emmental de Savoie de cien kilos que ofrece la primera alegría visual al cliente que accede al establecimiento, hasta uno de los más pequeños que se fabrica, el Crottin de Chevignol, de ochenta gramos. En las estanterías de “Pavé” está también parte de un Parmigiano de 45 kilos que el pasado día 31 se “estrenó” en el restaurante ferrolano Casalexo.
potencial
“España es una potencia en quesos, hemos sido durante tres años los mejores del mundo en la World Cheese Gold”, comenta Enrique Rodríguez, que alaba especialmente las variedades que se elaboran en Galicia, con cuatro extraordinarias denominaciones de origen, y en Asturias. Para su fortuna, reconoce el empresario, los quesos le gustan a la inmensa mayoría de la gente pero en general hay bastante desconocimiento sobre el producto. De ahí que el nuevo establecimiento no se plantee solo vender quesos, sino también dar a conocer a los ferrolanos la riqueza de este mundo.
Y el queso, mejor acompañado. En “Pavé” se pondrá todos los días a la venta pan fresco del horno de Joane –posiblemente se incorporarán otros panes de la zona– y en sus estanterías se podrá encontrar todo lo necesario para maridar adecuadamente la variedad elegida. Mermeladas, chutneys, crackers, vinos, cerveza o sidra, para redondear una buena tabla.
A la vista, sobre cada una de las variedades de queso, está el precio del kilo y de los cien gramos, una referencia más útil para el cliente.
Para cumplir ese objetivo de hacer cultura del queso, en “Pavé” se organizarán charlas, degustaciones, catas, etc, en un espacio “aula” de la trastienda. Estas actividades arrancarán los jueves y el empresario Enrique Rodríguez está cerrando las próximas visitas de dos afinadores de renombre en este mundo –los afinadores son el equivalente a un enólogo en el ámbito del vino–, el asturiano Aitor Luis y la madrileña Guillermina Sánchez Cerezo.