La incógnita se ha despejado. Pemex Exploración y Producción (PEP) anunció hoy pasadas las tres de la mañana los resultados de la licitación pública internacional para la contratación de los servicios de alimentación y hospedaje en dos unidades habitacionales flotantes. Tras la presentación de las propuestas técnicas y económicas, la oferta presentada por PMI Norteamérica resultó ganadora en ambas partidas (correspondientes a los dos floteles) con el precio más bajo solvente, entre las ofertas de las siete empresas que llegaron a la última fase.
Inicialmente se dio como fecha de comienzo de la obra finales de 2012 o, a lo sumo, inicios de 2013. Una y otra vez, Xunta y SEPI esgrimieron la confidencialidad de los contratos y apuntaron explicaciones como la falta de avales de Barreras para explicar una espera que se prolongaba inexplicablemente mientras continuaba en la ría de Ferrol el proceso de destrucción de empleo en las empresas auxiliares. El paso del tiempo dejó claro que habría que esperar la convocatoria y la resolución del concurso, aunque en vista de las declaraciones de los responsables de la Xunta, que seguían insistiendo en que habría floteles \“sí o sí\”, la propia petrolera Pemex aclaró en noviembre pasado que Navantia solo construiría el buque hotel en el caso de resultar adjudicataria en la licitación. Los aplazamientos del concurso estuvieron condicionados por la pretensión de Pemex de conseguir más peso en el consejo de administración de Repsol.
Inicialmente se presentaron doce ofertas, si bien a la ronda final llegaron nueve empresas. De ellas, seis eran competidoras directas de Navantia porque optaban al segundo flotel –partida 2–, mientras que un total de ocho le disputaban a Barreras el suyo. De la relación final se cayó la compañía española Dragados, que inicialmente se presentó con el astillero vigués Metalships, pero que renunció antes del pasado 6 de diciembre.
Todas las alarmas saltaron cuando se conocieron las ofertas económicas de los licitantes. PMI Norteamérica, la filial de Pemex con la que concurrían los astilleros gallegos, propuso el mismo precio para los dos buques-hotel: 245,75 millones de euros. El número uno se convertía en el más barato de la lista, mientras que al dos, el de Navantia, se le presentaba un competidor más barato. Se trataba del grupo Evya, que optaba a las dos partidas y ofrecía la primera por 295 y la segunda por 168,71 millones de euros.