La Real Academia Gallega de Ciencias (RAGC) entregó ayer los tres galardones de los premios de Transferencia de Tecnología en Galicia, que este año llegan a su segunda edición con la colaboración de la Agencia Gallega de Innovación (GAIN) de la Xunta. El certamen, que valora las mejores prácticas de transferencia de conocimiento procedente de los organismos de investigación al tejido productivo premió este año a dos empresas de la comarca: Reganosa, con sede en Mugardos y Evasa, asentada en As Pontes.
La regasificadora del grupo Tojeiro fue premiada por su colaboración con el Instituto Tecnológico de Matemática Industrial, de las tres universidades de Galicia, para el desarrollo de Ganeso. Se trata de una innovadora herramienta que permite la gestión integral de las redes de gas bajo criterios de máxima eficiencia. El premio para la empresa tiene carácter honorífico, mientras que el grupo de investigación recibe 6.000 euros por su esfuerzo en el campo de la transferencia de tecnología.
“Para desarrollar Ganeso hemos combinado el conocimiento que Reganosa tenía del sistema gasista con el conocimiento teórico matemático del más alto nivel con el que cuentan los investigadores del Itamti”, explicó Emilio Bruquetas, para quien sería muy difícil encontrar en el mercado una combinación similar. Como ejemplo del buen funcionamiento de su colaboración señaló durante su discurso de agradecimiento que continúan “trabajando juntos para incorporar nuevos módulos que nos permitan mejorar la herramienta, algunos de ellos pioneros”.
El director general de Reganosa, señaló además que “la transferencia tecnológica entre universidad y empresa debe continuar impulsándose, al amparo de los programas de la Xunta de Galicia, convirtiendo a las universidades y sus centros de investigación en el departamento de I+D+i del tejido productivo gallego”.
ahorro energético
En el caso del fabricante pontés –que recibió el premio en la categoría de pymes–, el reconocimiento se dio por el desarrollo de dos nuevos encapsulantes para la fabricación de vidrio laminado –presente en sectores como el arquitectónico, el diseño, o la automoción– que permiten un significativo ahorro energético para esta industria, mejorando así los utilizados hasta el momento.
El consejero delegado de la firma, José María González, agradeció la implicación de las personas e instituciones que “trabajaron directamente en el proyecto” y valoró el trabajo de las empresas llevan a cabo una I+D silenciosa, “que las hace mejorar”. “En nuestro caso me refiero siempre a ella como una unión de neuronas y riñones, ya que como Thomas Edison decía ‘el éxito es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración’, y aunque me gusta pensar que derrochamos talento, los resultados llegan con trabajo y altas dosis de tolerancia a la frustración”.
El responsable recordó, al respecto de la inversión en investigación, que Evasa es una pyme con recursos limitados, con una plantilla en torno a los 30 trabajadores y con una facturación de entre 3 y 5 millones de euros, pero que ha invertido más de 300.000 euros anuales en I+D desde 2013, aproximadamente un 8% de su facturación. n