Los vigilantes de seguridad de Navantia en la ría decidieron suspender las acciones de presión para facilitar la negociación del pago de la deuda salarial que arrastran de la anterior concesionaria del servicio, Segur Ibérica, compañía en liquidación.
Así lo acordaron en una asamblea celebrada ayer. Al término, el delegado sindical de los trabajadores, David Freire, anunció en rueda de prensa que la plantilla percibió la nómina de junio y conceptos individuales de los meses de mayo y junio.
Con todo, Segur Ibérica aún adeuda a los finiquitos, una paga extra y dos medias pagas a los 53 vigilantes que trabajan en las instalaciones del astillero ferrolano.
Freire destacó que las protestas de la plantilla son sobre Segur Ibérica, pero Navantia y la nueva concesionaria, Prosegur, son las empresas que las padecen. Por ello, las compañías solicitaron “si se podían paralizar las acciones de presión” para “tener un mejor clima” de negociación.
En la reunión, los trabajadores decidieron conceder ese “tiempo de parálisis para poder tener un ambiente distendido”, señaló Freire. “Se acordó dar un margen porque entendemos que hay que tender un poco la mano”, declaró.
En todo caso, el delegado sindical advirtió que si a mediados de agosto no hay avances volverán a emprender acciones de presión contra la empresa. En este sentido, Feire remarcó que no quieren crear malestar en unas instalaciones en las que llevan trabajando 23 años.
Por último, el delegado sindical afirmó que Prosegur ha facilitado un anticipo a la plantilla al no haber recibido aún las pagas extras que les deben. l