Dos empresas de la comarca consiguieron ayer sendos galardones en la primera edición de los premios de responsabilidad social empresarial (RSE) que organiza la Xunta de Galicia.
Las empresas galardonadas son Metal Ferrol, ubicada en el polígono Río do Pozo, por su labor social, y Encapsulantes de Valor Añadido (Evasa), con sede en As Pontes, en el apartado ambiental. Ambas en la categoría de pequeña empresa.
La Consellería de Economía, Emprego e Industria celebrará a finales de este mes el acto de entrega de estos premios que pretenden ser un reconocimiento público a aquellas iniciativas y buenas prácticas llevadas a cabo por empresas gallegas en el ámbito de la RSE.
El jurado, compuesto por representantes empresariales, sindicales, expertos en RSE y miembros de la Xunta, valoró “las acciones relacionadas con alcanzar un empleo de calidad mediante la formación continua de los trabajadores” para otorgar a Metal Ferrol este galardón. La puesta en valor del capital humano en esta empresa parte de su propia naturaleza, pues ya fue constituida en 1993 como una sociedad laboral, lo que significa que los trabajadores son los socios mayoritarios de la compañía.
“Tenemos establecido un programa de formación continua para todos los empleados”, explican desde Metal Ferrol. Una práctica que unida a la implicación del personal en la organización empresarial ha servido a la empresa para mantener su competitividad y la calidad de sus productos.
Metal Ferrol es un referente de la RSE a nivel gallego y, no en vano, ya ha sido galardonada en varias ocasiones por sus proyectos de sostenibilidad social y ambiental.
medio ambiente
Por su parte Evesa, que fabrica encapsulantes para módulos fotovoltaicos, recibirá el galardón por su laboral ambiental. Esta empresa, de más reciente creación, nació igualmente bajo el sello de una cultura sostenible. “La totalidad de la actividad diaria en esta empresa tiene un fin mediombiental”, explicó ayer a este diario Jose María González, Consejero Delegado de la firma. “Todos nuestros proyectos buscan un mismo resultado, el ahorro energético”, añadió el responsable de Evasa.
Además, la empresa controla el impacto ambiental de su actividad identificando, catalogando y tratando los distintos residuos que generan.
Ambas empresas están adscritas al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, un instrumento que pretende conciliar los intereses de las empresas, con los valores y demandas de la sociedad civil, los proyectos de la ONU y los planteamientos de sindicatos y organizaciones no gubernamentales. Todo ello sobre la base de diez principios en áreas relacionadas con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la corrupción.
Una adhesión que las obliga a dar cuenta anualmente de los progresos sociales que realizan. Reconocen que son, en muchos casos, los propios empleados los que incentivan los proyectos sociales que después se llevan a cabo.