En víspera de la noche de Reyes, el párroco de Val Xestoso, entres las provincias de A Coruña y Lugo, Luis Patiño, ha vuelto a sorprender a sus feligreses con un portal de belén de Momán, en Xermade, un espacio de reivindicación social.
Después de haber pedido al Vaticano la excomunión de políticos y banqueros, a quienes equiparó con el buey y la mula del pesebre, precintó el portal por impago y colocó en el suelo pegatinas de la plataforma asociativa Stop Desahucios, justo antes de organizar un “escrache” al rey Herodes que acabó con la Virgen María y San José entre rejas, donde simula el nacimiento del niño Jesús.
“Estas Navidades tendremos que ir a visitar al niño y a sus padres a la cárcel”, resume este párraco, que incluye el desfile de los tres Reyes Magos de Oriente con sus ofrendas
“De la ley de seguridad impuesta por el rey Herodes –que ejemplifica a todos los gobernantes– a todos los que se acerquen a su palacio a protestar no se salva ni Dios”, explica Luis Rodríguez Patiño.
“Estas Navidades tendremos que ir a visitar al niño y a sus padres a la cárcel”, resume este párraco, que incluye el desfile de los tres Reyes Magos de Oriente con sus ofrendas.
Polémico y controvertido, muy popular entre los vecinos, creyentes o no, por su estilo cercano y alejado de la doctrina católica más rigurosa, Patiño ha hecho del pequeño nacimiento de las parroquias en las que ejerce el sacerdocio todo un acontecimiento en estas fechas que sirve como plataforma la crítica social y la reivindicación.
Trabajar desde el pesebre
En el belén de San Antonio de Momán, en Xermade (Lugo), una de las cinco capillas que Patiño tiene a su cargo, el niño Jesús se ofrece para trabajar desde un pesebre que es propiedad del banco Próspero mientras los pastores se movilizan para exigir “democracia y justicia”.
El cura se ocupa de media docena de parroquias en la frontera interior de las provincias de A Coruña y Lugo, entre As Pontes y Xermade, que corresponden, básicamente, a la diócesis de Mondoñedo-Ferrol y la de Aranga, a Santiago.
El sacerdote es conocido por sus opiniones abiertas y discordantes con muchos temas espinosos para la Iglesia católica como el celibato, que él defiende como opcional, o el uso del preservativo y la homosexualidad.
Sobre este último punto, la libertad de la orientación sexual de cada individuo, versa su última reivindicación, de manera que ha colocado un letrero en el pesebre donde se lee “Soy gay, y el obispo de Segorbe no me deja entrar”.
Con esto, Patiño quiere replicar públicamente a las palabras de Casimiro López, obispo de Segorbe-Castellón (Valencia), quien redactó una carta pastoral el pasado 29 de diciembre en la que manifestaba que el matrimonio entre personas del mismo sexo supone “graves perturbaciones” en sus hijos y “genera un clima de violencia”, reproduce Patiño.
“Es una vergüenza escuchar esto de un obispo que debería tener más amor al prójimo y sobre todo, a los despreciados”, contesta el cura coruñés que, por escrito y en una nota, insta al papa Francisco a llamar al orden a “estos obispos que hacen daño a los hijos de Dios (que no tiene sexo)”, razona.
Patiño estudió Filosofía y Derecho, además de Enfermería, y cada año, por las festividades de Carnaval, anima a sus paisanos a acudir a la misa disfrazados.
Organizó una “universidad senior” para animar a los mayores al estudio, fundó el primer “consejo de ancianos” de España y convocó una tractorada para promocionar la venta y consumo de grelos, un producto estrella de las aldeas que tiene asignadas. n