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viernes | 19 julio | 2024
Moeche es modelo de crecimiento sostenible en la comarca, aunando los aires del progreso con una trayectoria especializada en el sector primario. Desde aquel 1999, ha perdido 363 vecinos, pasando de 1.569 a los 1.206 actuales; sin embargo, la historia de estos años ha sido la de la consolidación y recuperación de sus principales activos patrimoniales.
El castillo destruido en las Revoltas Irmandiñas del siglo XV iniciaba la senda de su restauración, que culminaría con su inauguración en 2006, logrando un año después la cesión al Concello por 30 años desde la Casa de Alba. La fortaleza es el eje cultural del municipio, siendo protagonista anualmente del Festival Irmandiño, una de las citas de referencia en el panorama musical y cultural de toda Galicia.
Además de otras cesiones conseguidas hace 25 años, como la de la Cámara Agraria, también se recepcionaron las obras del campo de fútbol. Entretanto, a la cabeza de las reivindicaciones por una mejor conexión por tren, Moeche sigue sacando pecho cada 23 de Abril con su multitudinaria Feira do Cabalo y ofreciendo la mayor degustación de quesos de la comarca en su Feira do Queixo.
Formando parte además del Xeoparque Cabo Ortegal, sus antiguas minas son ahora reclamo turístico y el recinto ferial de San Ramón un lugar para la dinamización. Además, cada una de sus parroquias posee patrimonio y personalidad propia, siendo la participación vecinal uno de sus puntos fuertes.
21.09.1999
Récord de donantes de sangre
El Centro de Transfusión de Sangre felicitaba al municipio por la alta participación de los vecinos en las campañas de donación, superando incluso la tasa recomendada por la OMS, que era de 40 por cada mil habitantes, realizándose en este caso 42. El director de la entidad, Roberto García Villaescusa, resaltaba “el alto sentido altruista de los vecinos de Moeche, que están colaborando de una forma extraordinaria” y apelaba al resto a tomar ejemplo porque, recordó, “millares de personas necesitan sangre cada día”.
21.11.1999
Cuenta atrás para el nuevo consistorio
El nuevo consistorio de Moeche tendría que estar finalizado en cuatro meses, aunque finalmente se inauguró en 2002. El constructor pretendía colocar granito, pero el Gobierno local instó a usar como material para la balaustrada y la escalinata “pedra de Moeche”. Las obras estuvieron paralizadas durante varios meses por conflictos sobre el proyecto, que tuvo que reformarse e incrementó en un 10,46% el presupuesto inicial. En total, el inmueble supuso una inversión de 67,6 millones de pesetas.
