De todos es sabido que quien no va de vivo a San Andrés de Teixido “vai de morto”. Por eso, es preciso acudir y descubrir la belleza de los acantilados, los altos de caballos salvajes y la garita de Herbeira, entre otras riquezas, además de la propia capilla y entorno de San Andrés. De esas cuestiones, de “autenticidad del territorio” trata el proyecto “Eu fun de vivo” que, con criterio, galardonó la Diputación como mejor iniciativa de puesta en valor.