El tiempo pareció alinearse este domingo con lo acontecido hace 100 años en Cariño –la efeméride se cumplirá el martes, 26 de noviembre–, cuando una fuerte galerna sorprendió a 23 pequeñas embarcaciones que salieron a faenar en busca de “xarda”. Tres de ellas, la “Dos amigos”, la “Remedios” y la “Mª Andrea”, quedaron a la deriva en la zona de A Cova, sin poder poder hacer frente al fuerte temporal. El balance total de fallecidos ascendió a 14 y muchos de los cuerpos no se llegaron a recuperar.
El entorno del faro de Cabo Ortegal acogió un sentido homenaje –el primer acto de este tipo en recuerdo al trágico suceso, más allá del que se realiza cada año en la procesión de la Virgen del Carmen– impulsado por entidades culturales y deportivas del municipio, el Concello y la Cofradía de la localidad.
La iniciativa contó, además, con descendientes de los marineros que perdieron la vida en aquellas “pericas” en 1924, que tomaron la palabra para recordar a sus antepasados. Andrés Fernández Castro –nieto de Andrés Fernández Pardo, que no murió ahogado, sino que su cuerpo fue el último en encontrarse trece meses y nueve días después en el lugar en el que se guareció del frío de la noche– viajó expresamente desde Las Palmas, donde reside, para participar en el acto. Por su parte, Patricia Colorado fue la encargada de presentar el evento, siendo la bisnieta de José Antonio Colorado Vidal, tripulante de la “MªAndrea”.
La música tuvo también protagonismo en el homenaje, con la participación de la Banda de Gaitas de Ortegal, la Agrupación San Xiao do Trebo y la Rondalla de Cariño. “Se interpretaron unas canciones ligadas al centenario. Se cantó ‘Negra Sombra’ y ‘Meu amor é mariñeiro”, explica Eduardo Martínez Felgar, secretario del Club do Mar de Cariño.
Un panel informativo recordará a partir ahora al visitante lo acontecido aquel fatídico día del mes de noviembre, en el que figuran los nombres de los fallecidos y desaparecidos, la historia del suceso y fotografías de tres profesionales de la zona –Fran Pita, Víctor Armada y Fernando Rodríguez–.
El encargado de descubrirlo fue Andrés de Laxe, uno de los marineros de la zona de mayor edad (94 años). “Vino gente de Cariño, Ortigueira, Mañón... También algunos turistas a los que sorprendió el evento cuando llegaron al faro. Es una tragedia que a todos nos dejó marcados desde pequeños. La idea era que esa historia quedase allí. En la procesión del Carmen se realiza una ofrenda floral en esa zona, pero a día de hoy muchas personas desconocen el porqué. Es una manera de que queden en el recuerdo”, añade Martínez.