La Serra da Capelada, a caballo –y nunca mejor dicho debido a la alta presencia de estos animales en la zona– entre las rías de Cedeira y Ortigueira, enamora a todo aquel que la conoce, convirtiéndose incluso en un plató de rodaje para series tan conocidas como Rapa. Ahora, un artículo publicado recientemente desvela el patrimonio de origen glaciar de este enclave de la comarca.
Se trata del trabajo del catedrático e investigador de la Universidade de Santiago de Compostela–además de miembro del Comité Científico del Xeoparque Cabo Ortegal– Augusto Pérez-Alberti. El texto ha visto la luz por medio de la revista “Cuaternario y Geomorfología” y en él se incide en que la Serra da Capelada es “uno de los lugares más interesantes de la costa de Galicia tanto por su constitución geológica, como por su configuración geomorfológica y su paisaje”. Pérez-Alberti recoge que, en un momento todavía por determinar “pero posiblemente enmarcado en el último glaciar”, se instalaron dos lenguas glaciares.
Como muestras indicativas de ello y con diferente grado de presencia, se encuentran los valles de Teixidelo y el de Santo André de Teixido. El experto apunta a un tercero “más dudoso”, la ensenada de Cortes, situada ligeramente más al sur. El investigador explica que la instalación de dichas lenguas de hielo podría haberse visto favorecida por “la existencia de antiguos deslizamientos rotacionales en la fachada costera”, así como por la “intensa fragmentación de los materiales que fueron movilizados por los hielos”.
El experto sostiene en su análisis que la singularidad de dichas manifestaciones glaciares las hace únicas en la franja costera de la Península, convirtiéndolas “en un patrimonio geomorfológico de gran valor dentro del Geoparque”.
Augusto Pérez-Alberti ha participado en más de 300 libros y artículos publicados en diferentes revistas. En su recensión más reciente en “Cuaternario y Geomorfología” analiza el patrimonio de origen glaciar presente en la Serra da Capelada.
¿Cómo se fragua este estudio?
Empieza realmente cuando yo vivo en Ferrol, en los años 80, cuando trabajo en un libro que sacó la Diputación y que coordinaba Felipe Macías, catedrático de la Universidad de Santiago. En la zona de A Capelada observé cosas raras, que no me cuadraban para estar en la costa. En aquel primer momento hablé de procesos de origen fríos: mucha nieve, mucho hielo... pero sin profundizar más. Más tarde, en 1995, publiqué una primer trabajo sobre el glaciarismo, porque me di cuenta de que ahí tenía que haber habido lenguas de hielo, tanto en el valle de Teixidelo como en el de Santo André de Teixido. En estudios posteriores, alrededor de 2014, volví a retomar el tema y en 2017 publiqué junto a otros autores en un artículo internacional en el que ya se constataba la presencia del glaciarismo en la Serra da Capelada.
Y ha vuelto a publicar ahora sobre esta cuestión...
El año pasado me propuse patear de nuevo la zona y decidí sacar una publicación en una revista española, que tiene mayor difusión para los que vivimos aquí.
¿Que descubrió entonces?
Si tú miras desde el mar a la Serra da Capelada, ves como huecos, lugares en los que hubo derrumbamientos y valles que se dirigen hacia el mar. En Santo André de Teixido y en Teixidelo hay evidencias claras de que hubo glaciares. Hoy en día no es nada raro ver glaciares al lado del mar, similares a los que hablamos en esta zona pero en Alaska, el Polo Norte, en el sur de Chile o en la Antártida. Para ello está claro que se tienen que dar las condiciones oportunas: que la acumulación del hielo sea mayor que la fusión.
¿Y cómo se determina que estuvieron esas lenguas glaciares?
Han dejado como testigo depósitos, acumulaciones en frente y en los lados, que son lo que llamamos morrenas, visibles tanto en el valle de Teixidelo como en el de Santo André de Teixido.
¿Hay alguna otra zona similar en Galicia?
La Serra da Capelada es singular por estar en la costa. En la Comunidad tenemos muestras pero en zonas de interior, como en Os Ancares, Manzaneda o en O Courel. Pero es que la costa ferrolana es la más espectacular que hay. A nivel de paisajes y de geología. Es una maravilla.