Broche de oro para la ya más que consagrada Festa do Requeixo de A Capela en su XXXIV edición

La cita es un punto de encuentro entre las diferentes generaciones que ponen en valor la gastronomía local
Broche de oro para la ya más que consagrada Festa do Requeixo de A Capela en su XXXIV edición
La gran propuesta de actividades de la jornada, entre talleres, música y gastronomía, contentó a todos los públicos, independientemente de edades | JORGE MEIS

Los capelanos sacaron ayer sus mejores galas para despedir, otro año más, su festividad insignia dentro de los eventos estivales.


La gran acogida que hay dentro del municipio se pudo ver durante toda la jornada. Los más pequeños –a sabiendas de que son uno de los públicos más críticos en cualquier cita– tuvieron a su disposición una gran variedad de actividades, entre las que destacó el aclamado taller de manualidades, que se centraba en la cerámica


Las construcciones con pacas de paja sirvieron para dar forma a vehículos destinados al campo, como fue el caso del tractor que fue el centro de los juegos infantiles. Además, los bultos fueron la base para la edificación de una grada semicircular que permitía el disfrute de las actuaciones musicales y de la que algunos hicieron su propia mesa central a la hora de degustar el requesón, eje central de la festividad.
 

Un toldo repleto recibió al primer grupo del día, Lenda Ártabra, quienes dieron el pistoletazo de salida a las actuaciones musicales del evento después de la tradicional misa y el pregón.


El personal de Campo Capela –organizadores del evento con los que colaboró el Concello y la Diputación da Coruña– abrió la venta de tickets para la degustación a las 12.00 horas con el objetivo de superar las miles de tarrinas que vendieron en las pasadas ediciones.


A mayores, y con la idea de dar a conocer otros producto, había una amplia oferta de puestos habilitados en los que se podían encontrar manjares como miel, mermeladas y todo tipo de lácteos, tanto de producción local como de otros concellos de toda Galicia. El textil, por su parte, también tuvo su propio espacio dentro de este mercado.


Así y todo, el espacio hizo una sinergia, tanto con la gastronomía como con la cultura. La apuesta musical se centró en los ritmos más tradicionales, aunque no fueron exclusivos.


La puesta en valor del producto local fue, un año más, un gran reclamo y en A Capela ya tienen en mente la del año que viene, conocedores de la gran acogida. Después de más tres décadas parece que el concello vecino ha dado con la clave del éxito para mantener el prestigio de sus valores locales.

Broche de oro para la ya más que consagrada Festa do Requeixo de A Capela en su XXXIV edición

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