En la Feira do Queixo de Moeche “a xente degusta, pregunta e compra” y esto, para las queserías es, sin duda, una fórmula de éxito. Así se destacaba ayer entre los puestos presentes en la quinta edición del evento organizado por el Concello en la nave del Mercado de San Ramón, espacio al que este año, dada la gran participación y amplitud del programa, se sumó una carpa exterior para la celebración de algunas de las actividades.
Centenares de personas desfilaron a lo largo de la jornada por un recinto con un claro protagonista, el queso, pero con sus múltiples versiones y variedades rivalizando por llegar a la cesta del consumidor. Del país, ecológico, fresco, “requeixo”, kéfir, ahumado, curado, azul, picante... para todos los gustos. Desde las elaboraciones más tradicionales hasta las últimas innovaciones porque, tal y como afirmaban desde Lácteos Goine, “la gente nos está pidiendo cosas nuevas y aquí tenemos capacidad, imaginación y sapiencia como para hacer cosas maravillosas”.
La firma vasca, invitada de la edición de este año, destacó el gran ambiente de la feria así como el cariño y exquisito trato recibido por parte de la organización. Desde esta parte, la alcaldesa Beatriz Bascoy ofrecía al mediodía un positivo balance de la cita, que regresó con fuerza a escena tras tres años de ausencia por la pandemia. Mucha gente optó por el Tren do Queixo para desplazarse a la cita, lo que obligó a reforzar con un segundo bus el servicio de transporte desde el apeadero hasta San Ramón.
Con un lleno total se celebraron también las catas comentadas por Alejandro Montes y las visitas guiadas al Centro Fusquenlla y al castillo. Variados talleres y actuaciones musicales aderezaron un programa que, una vez más, resultó un absoluto éxito de público y ventas.