El Castillo de Moeche abría ayer sus puertas al público tras cinco meses de trabajos en el recinto y también en los espacios expositivos, a los que se ha dado un nuevo enfoque histórico, otorgando mayor protagonismo a las Revoltas Irmandiñas, que forman parte de la historia del fortín de los Andrade (herencia de la Casa de Alba).
El acto inaugural estuvo presidido por la alcaldesa del muncipio Beatriz Bascoy y el vicepresidente de la Diputación, Xosé Regueira, así como representantes de entidades de la zona, entre ellos Pablo Moreda, presidente de la Asociación para a Xestión do Xeoparque do Cabo Ortegal, que tendrá en el castillo de San Jorge uno de los centros para la recepción de visitantes.
Explican desde el Concello modestino que la reformulación museística del Centro de Interpretación de las Revoltas Irmandiñas fue precedida de un profundo trabajo de investigación y de recopilación documental, principalmente del conocido como “Preito Tabera-Fonseca”, que recoge las declaraciones de al menos 183 personas que fueron testigos de los sucesos ocurridos en Galicia entre 1467 y 1469. Partiendo de esta y otras fuentes se compuso un itinerario por la fortaleza muy visual, como mostró ayer el propio Manuel Rial, de la empresa Trivium Estratexias en Cultura e Turismo SL, que coordinó el proyecto.
La renovación del espacio museístico buscó también que la interpretación tanto del castillo como de su relevancia histórica fuesen más accesibles para los visitantes.
Al margen de la transformación del centro de interpretación, que se ejecutó con una partida de 62.500 euros, aportados en un 80% por la Diputación, el Concello optó también por mejorar también algunos espacios del castillo, puliendo y barnizando los suelos del espacio expositivo.
Las instalaciones estarán abiertas miércoles, jueves y viernes y el fin de semana.