Ya lo vaticinaba el técnico internacional Charly Suárez antes de la disputa de la inesperada fase final de sus jóvenes campeones. “A un partido todo puede pasar”, señalaba el preparador. Y “pasó, pasó”, decía entre risas de alegría Suárez. 

Y es que la formación infantil del Aldebarán de San Sadurniño tenía que superar en semifinales a los campeones de la fase regular, un siempre complicado Rotogal Boiro, ante el que los locales habían cedido en sus dos choques ligueros –en el último eso sí, en un partido muy igualado y que pudo caer para cualquiera–. El encuentro del domingo ante los boirenses, líderes invictos, “nos salió muy bien. Perdieron su único partido... O nosotros les ganamos a ellos”, apunta Suárez que vio cómo sus jugadores doblegaban a su rival en este choque por un marcador de 1-3, en el que los del técnico tuvieron que superar un primer set inicial en contra (25-18, 16-25, 26-28 y 12-25). 

Ya estaban en la final. Un último encuentro que los de San Sadurniño disputaron ante un Arenal Emevé que, por su parte, se impuso por 3-0 al Ciudad de A Coruña. Un marcador que, desgraciadamente, se repitió en esta pelea por el título, y tras el que la enseñanza estaba clara. 

“Llegamos vacíos emocionalmente y tenemos que aprender a jugar esos partidos y cómo prepararlos”, relata Suárez. Y es que con el gran escollo superado ya por la mañana ante el campeonísimo “por la tarde nos costó un poquito más concentrarnos. Cuando quisimos reaccionar, que fue en el tercer set, se nos escapó por poco”. Una derrota que no empaña en absoluto el buen trabajo de la nueva hornada de voleibol en San Sadurniño tras una fase final en la que “competimos y estamos muy satisfechos. Los niños se lo merecen por aguantarme todo el año y estoy encantado de verlos tan felices”, señaló.