No será A Malata... pero se le parecerá. El desembarco racinguista en Balaídos empieza a tomar forma. A la espera de que el club ferrolano ponga a la venta hoy desde las 10.00 horas las mil entradas que ya ha recibido de la RFEF –se espera que pueda pedir alguna más– para el partido que lo enfrenta el domingo al Nàstic –la afición racinguista se concentrará en la zona de Río Bajo de la grada de Preferencia, con la entrada a 18 euros–, los seguidores del cuadro verde empiezan a moverse para poder desplazarse el domingo a Vigo.

Ya pasa de veinte el número de autobuses de aficionados racinguistas que han garantizado su desplazamiento para presenciar el encuentro de la primera eliminatoria del playoff de ascenso a Segunda. La mayor parte de ellos los gestiona la Federación de Peñas del Racing de Ferrol y, en el momento de comprar la localidad, se facilitará un número de bus –que no se podrá intercambiar con otra persona– como control de acceso. La mayor parte de estos viajes saldrá a las 10.30 horas desde el interior de FIMO –se solicita por eso que se trate de aparcar cerca para facilitar el acceso–, mientras que el resto lo hará a las 15.00.

A mayores, la delegación ferrolana de la Federación Galega se suma a la causa a través de la gestión de diez autobuses para los componentes de los clubes de base de la comarca. Tres de ellos serán para los integrantes de la escuela del Racing de Ferrol, que ya están completos, y el resto para integrantes de las entidades de Ferrolterra –se espera que acudan los delegados o, al menos, un adulto por cada cinco menores que haya–.

Online

Además, ayer se abrió también la venta online de localidades para presenciar este encuentro. A través de la plataforma tickets.rfef.es, los interesados pueden pueden adqurir localidades a 26 euros (Tribuna) y 22 (Preferencia), ya que los fondos del estadio vigués no están disponibles.

En el bando contrario, la respuesta de los aficionados del Nàstic parece estar siendo un poco más tibia. En los próximos días se espera que el apoyo vaya aumentado, aunque llegar a la cifra de 1.500 personas parece casi imposible.