El Baxi Ferrol cae en la ida de la final de la Eurocup ante un Villeneuve d'Ascq que estuvo un poco más acertado en los instantes claves (75-78).

Nadie dijo que la final iba a ser un camino de rosas. Había que esquivar las múltiples espinas que tienen estas flores y al Uni le costó hacerlo al comienzo de la batalla. No por fallos propios, sino por el enorme poderío y acierto del conjunto galo. 

Comandadas por Carla Leite y Shavonte Zellous, las visitantes rápidamente tomaron el mando del partido, ante unas locales que respondían tímidamente por medio de Julie Pospíšilová y Gala Mestres (7-10). Sin embargo, el Baxi trató de contrarrestar cada golpe, pero el inusual acierto desde el arco agrandaba a pasos agigantados la desventaja (9-18).

Cuándo peor estaba el equipo local, la afición redobló sus esfuerzos y las jugadoras lo notaron porque Àngela Mataix, Pospíšilová y Mestres anotaron tres canastas consecutivas para apretar el encuentro (18-22). No obstante, Leite y Zellous se volvieron a enchufar y, si con ellas no llegaba, apareció Hayle Peters, la tercera estrella del Villeneuve, para echar por tierra el trabajo de las ferrolanas (18-29). 

Un poco de aire

Que una vez más volvieron a apretar los dientes y para el final del primer cuarto lograron limar la diferencia hasta los ocho puntos (25-33). Sin embargo, un mal inicio del segundo acto provocó que Lino López pidiese su primer tiempo muerto. El ferrolano no estaba nada contento con esta salida, en la que concedieron mucho espacio a Kadiatou Sissoko y a Aminata Gueye.

Sus jugadoras captaron el mensaje y mostraron esa garra que les caracteriza. A base de defensa y más defensa y mucha velocidad en ataque se pusieron a seis de diferencia hasta que Maxime Bezin paró el partido para cortar la hemorragia de su equipo (34-40). 

Pero no funcionó porque el Baxi entró en trance gracias a la dirección de la capitana Mataix y de la lugarteniente Claire Melia. Entre las dos, con la inestimable colaboración del público de A Malata, pusieron al equipo a sólo tres puntos (39-42). El técnico rival volvió a intentar poner una tirita a la sangría de su equipo, pero la herida era demasiado grande para taparla. Y el Uni lo sabía y lo aprovechó en su beneficio.

Aunque no tuvo tanta puntería como la esperada, su candado atrás propicio que las galas estuviesen los últimos cinco minutos del cuarto sin anotar. Melia y Pospíšilová se cansaron de que el luminoso no se moviese y otorgaron la primera ventaja al cuadro local justo al final de la primera mitad para el delirio de todos los presentes (44-42).

Mucha igualdad

Tras el paso por los vestuarios, la falta de acierto apareció de nuevo, ya que ambas escuadras estuvieron más de dos minutos sin anotar. Rompió esta sequía Gueye, pero sin dejar pasar el tiempo, Mestres devolvió el golpe con un triple prodigioso (47-44).

A partir de aquí, comenzó un intercambio de canastas en la que casi ninguna jugadora era capaz de repetir, solo la calidad de Leite fue capaz de paliar los intentos de Mataix, Pospíšilová y Melia (58-57). Cuando parecía que esto no iba a tener fin, emergió desde el banquillo Marie-Paule Foppossi para, con cuatro puntos seguidos poner a su equipo por delante a falta de los últimos diez minutos del encuentro (60-63).

Con todo, estos comenzaron de la peor manera posible, con dos triples liberados de Marie Eve-Paget que obligó a Lino López a parar el encuentro para rehacer su defensa y buscar la clarividencia que le faltaba en ataque (62-69). 

Tardó en llegar, pero lo hizo gracias a una bandeja de Mataix y a un triple de Moira Joiner. Ante una nueva eclosión del Baxi Ferrol, el entrenador del Villeneuve pidió un tiempo muerto para evitar males mayores (67-69). Y su plan funcionó porque los colegiados, que estuvieron beneficiando más al conjunto galo, cayeron en la trampa y no pitaron igual los contactos de uno y otro equipo.

Pero ni con esas dejaron de creer las ferrolanas. Siguieron luchando como nunca. Les dio igual que cualquier mirada en defensa era una falta, ellas siguieron mordiendo para dejar a su gente orgullosa. A Malata respondió con el clásico "Sí se puede" y el equipo estuvo a punto de lograrlo, pero el aro escupió el triple final de Julie Pospíšilová que pudo suponer el empate (75-78). Todo se decidirá en Lille.