No por esperado fue menos doloroso el momento en el que se consumó el descenso del Baxi Ferrol de la Liga Dia. La derrota encajada ayer frente al IDK Gipuzkoa sella, a tres jornadas para el final del campeonato, el resultado lógico a una temporada repleta de errores desde todas las sectores involucrados en el proyecto –directiva, cuerpo técnico, plantilla...–, un fiasco que se veía venir desde hace tiempo y para el que, cuando aún se podía, no se ha sabido poner remedio.
El 0-7 con el que empezó el partido no invitaba al optimismo. Al menos, con el paso de los minutos el inmaculado acierto de principio de partido del IDK Gipuzkoa fue descendiendo y el Baxi Ferrol entonándose, sobre todo en el lanzamiento desde más allá de la línea de 6,75 metros. De todas maneras, el cuadro vasco no vio en peligro la posibilidad de ceder la ventaja en el marcador; solo que su adversario se fuese acercando en el marcador, a pesar de problemas como la ausencia de una base pura o la pérdida de Cheslek, con problemas de faltas, mediado el segundo cuarto.
A pesar de todos los contratiempos, parecía que el Baxi Ferrol no se iba a descolgar de su rival antes del descanso. Sin embargo, unos cuantos de los fallos que han caracterizado al equipo ferrolano en la presente temporada –tiros en los que parece más difícil fallar que anotar–, unidos a un tramo de inspiración del IDK Gipuzkoa “rompieron” el partido. Así, de estar pegado, el equipo ferrolano pasó a irse al descanso a una distancia que hacía la misión casi imposible (22-37).
Arreones
Con la situación casi perdida, el Baxi Ferrol recurrió al comienzo de la segunda parte a una de las que son sus señas de identidad: no bajar nunca los brazos. Y en uno de esos arreones consiguió que la desventaja bajase de los diez puntos, lo que parecía darle ciertas esperanzas de remontada. Nada más lejos de la realidad, porque su rival no quiso que la situación se le complicase y un parcial de 0-9 volvió a elevar la ventaja visitante casi a los veinte puntos de distancia.
El partido, de todas maneras, se introdujo en una espiral en la que el marcador circuló a arreones, con parciales para los dos equipos y el Baxi Ferrol aprovechando el suyo para ponerse hasta a siete puntos (41-48, min. 39) para dejar todo en el aire para el último cuarto. Pero en él, el cuadro de la ciudad naval demostró todo lo que le ha hecho estar donde ha estado a lo largo del campeonato. Porque cada vez que tenía la posibilidad de ponerse a tiro del rival, algún error daba al traste con sus opciones de, al menos, ganar el partido.
No hubo remedio, el Baxi Ferrol perdió y descendió... y no se puede poner ni un reparo a este fiasco de temporada.