Todavía con la resaca del título firmado por Ilia Topuria en un circuito de la UFC que parece haber redescubierto al mundo tanto las artes marciales mixtas como disciplinas de su “familia” más cercana, el Club Sport Fight de Ferrol hacía el pasado fin de semana su particular trabajo de siembra y recogida en una nueva edición del Campeonato de España de grappling.
Con más de una decena de competidores en liza, entre casi mil participantes, la ya veterana entidad ferrolana –nacida en 2018– terminó con un palmarés de 20 medallas y, además, la clasificación, por segundo año consecutivo, del local Bruno Martínez para el próximo Campeonato de Europa y del Mundo, a falta de la lista oficial de la Federación.
“Ya estoy dentro de la selección”, comenta el local que a sus 41 años está viviendo su segunda juventud deportiva, si bien todavía restan por aclarar varios puntos sobre el desembolso de su participación en estas competiciones. Unos flecos sueltos que en absoluto le restan importancia a lo logrado por este deportista, que se hizo con el título nacional en -100 kilos, no en la competición de veteranos como cabría esperar, sino en la sénior, haciendo frente a rivales a los que aventajaba en experiencia, por así decirlo.
De hecho, y como él mismo recuerda en una semana postcompetición que, como viene siendo su costumbre, aprovecha para “desconectar un poco”, cuenta entre risas que “en la final le gané al brasileño-valenciano Wanderson, que suma varios campeonatos seguidos”, relata, vaticinando asimismo que “este año va a ser bueno”.
Y todo ello en una campaña en la que Martínez ha decidido subir de peso , pasando de los -92 kilos en los que se coronó como uno de los mejores de Europa, a -100 kilos.
Un salto que parece le ha venido bien al ferrolano, ya que además del citado título y billete para las citas internacionales, se hizo con el bronce en la modalidad de Gi. Y es que el que vale, vale. Unos éxitos personales que la Federación Española quiso asimismo reconocer al ferrolano en la competición celebrada en Gijón hace unas jornadas. Martínez recibió en este evento un galardón como mejor luchador del pasado año, con el bronce en el Campeonato de Europa hace poco más de un año en Buracest –siendo además, cabe recordar, el primer gallego en subirse al podio en ese nivel–, como base de este galardón que el ferrolano recogió con una gran sonrisa.
Y es que los éxitos tanto de este deportista como de sus compañeros, y que catapultaron al Sport Fight a la tercera posición por clubes, segundos en sin y terceros con kimono, –”estamos muy contentos por los resultados del club. Siguen mejorando”, señala el ferrolano–, son el mejor escaparate para la promoción de estas disciplinas y, por lo tanto, para el crecimiento de su club. Como el mismo Martínez cuenta, su rostro es asimismo “anuncio” de las diferentes modalidades de lucha que se imparten en el club de Caranza, notando ese aumento de interés cuando el palmarés aumenta tras una cita como ésta. Un protagonismo que “desgraciadamente” el ferrolano tiene que compartir ahora con el citado Topuria que, sin saberlo, ha provocado un mayor número de llamadas en la sede del club de cara a interesarse por estas disciplinas. Gracias Topuria
También su compañero Marcos González buscaba esa llamada de la selección que una lesión de pectoral impidió asegurar en la cita de +100 kilos, siendo tercero. Los que sí que se subieron también a lo más alto en Gijón fueron los veteranos B Jonatan Francisco de Abajo –en las dos modalidades–, así como Manuel Permuy y Bea Arias en grappling –bronces en la otra modalidad–. Alberto Parga, Alberto Aneiros y Alberto Fidalgo completaron el medallero de veteranos con cinco preseas y Ramón Placer y Fernando Heráez, con tres –dos bronces y una plata–, en U20 y U15.