Puede sonar a tópico, pero en este caso no lo es. El Intasa afronta este sábado –19.30 horas, municipal de San Sadurniño– un encuentro clave en la lucha por la permanencia en la máxima categoría del voleibol estatal. El equipo de Agustín Rodríguez se mide en casa al Rotogal Boiro en un choque que para el vestuario es, como los otros nueve que restan para el final de la competición, “a vida o muerte”.

Así lo define el capitán del Intasa, Marcos Blanco. Justifica la trascendencia de este enfrentamiento en los resultados que se dieron en las dos últimas jornadas del año pasado. Por un lado, la derrota contundente (3-0) ante el Léleman Valencia –un rival directo– y, por el otro, la inesperada victoria del Ibiza Ushuaïa –otro conjunto que comparte objetivos— sobre el Teruel. “La de Valencia”, asegura Blanco, “fue una derrota muy dura. No contábamos con un panorama tan adverso”, reconoce antes de admitir que “esperábamos unas vacaciones más relajadas, alejándonos de la zona de descenso”. Pero esos dos resultados, señala, “nos han dejado en una situación de cero confort”. Pese a ello, el capitán del cuadro de San Sadurniño no elude responsabilidades y apunta que “tenemos la pelota en nuestro tejado y somos nosotros quienes debemos afrontar la situación”.

Calificar el enfrentamiento ante el Boiro de final puede resultar excesivo cuando se acaba de comenzar la segunda vuelta de la temporada, pero Blanco sí lo considera “decisivo, igual de decisivos que son todos los que nos quedan hasta el final de liga. Dada la situación en la que nos encontramos, cada punto vale oro y, por lo tanto, hay que afrontar los partidos como asequibles y a vida o muerte”.

Ocupar el farolillo rojo de la competición genera tensión porque “nunca es agradable estar últimos”, afirma el jugador del Intasa, “pero seguimos con los ánimos altos porque tanto el equipo directivo como la plantilla seguimos pensando que la salvación es posible y vamos a pelear por ella”.

Un rival “muy unido”

Ganar al Boiro pasa, según el capitán del Intasa, por “ser capaces de parar su poderío ofensivo y desarrollar nuestro juego sin incurrir en demasiados errores no forzados”.

El rival de O Barbanza derrotó a los ferrolterranos en la segunda jornada por 3-0, aprovechándose del escaso rodaje de los de San Sadurniño y de su propia “compenetración”. “Es un equipo muy unido”, sostiene Blanco, “puesto que cuentan con el mismo bloque del año pasado. Eso hace de ellos un conjunto muy bien balanceado a nivel ofensivo y defensivo”.