Si el primer encuentro de cualquier campeonato revela a qué nivel está cada equipo, el resultado del derbi de Ferrolterra dirimido ayer desprende la sensación de que el Somozas está muy, muy bien y el Racing muy, muy mal. Cuatro goles de diferencia fueron el reflejo, quizás excesivo, de que el cuadro verdiblanco fue ayer superior al ferrolano, que a pesar de empezar el campeonato como favorito indiscutible al título, ya en la primera ocasión recibió un baño de realidad de lo que puede ser la temporada. Se lo dio una escuadra que, en cambio, demostró que puede ser un candidato a estar entre los mejores del torneo para colarse en la fase de ascenso.
Unos y otros comenzaron el partido con la premisa de no cometer errores para no permitir que su rival se pusiese por delante en el marcador. La disposición táctica de ambos –el Somozas, jugando con una línea de tres centrales, para intentar sorprender por las bandas; el Racing, con Joel López, por delante de la defensa para intentar generar juego con la línea de tres centrocampistas por detrás de Juan Antonio y Joselu– intentó sorprender, aunque en realidad no lo hizo.
El potencial del Somozas en las acciones a balón parado le condujo a marcar el primer gol del partido. Fue tras un saque que llegó a pies de Gerardo, cuyo centro fue rematado al fondo de las mallas por Quindimil. El gol, sin embargo, no significó que el Racing se desmoronase. Al contrario, los siguientes minutos fueron los que registraron más llegadas del cuadro verde, que por medio de Joselu –sobre todo en un mano a mano que resolvió por fuera– y Carlos García estuvo cerca de lograr el empate en el marcador del choque.
Pero une vez que este tramo no se tradujo para el Racing de manera satisfactoria, los últimos minutos de la primera parte no sirvieron para nada más que para encadenar pelotazos sin sentido de un campo a otro. Así que el partido quedó con todo por resolver para la segunda parte del encuentro.
Sentencia
No había transcurrido ni un minuto de la segunda parte cuando el Somozas aumentó su ventaja en el marcador tras un grave error de su rival a la hora de mover la pelota. Gerardo fue quien recuperó la pelota en el campo contrario y, tras ceder la pelota atrás, Ernesto perforó la meta rival con su tiro desde fuera del área.
A partir de ahí, el Racing desapareció y el Somozas aprovechó la circunstancia para meter dos goles más –uno de penalti y el segundo tras una falta–. Fue el resultado de un inicio de ensueño para unos y de pesadilla para otros. l