Costó en llegar, pero O Parrulo Ferrol consiguió su primera victoria de 2025 ante el Unión África Ceutí (7-6), tras un partido en el que reinó la locura y triunfó el más cuerdo.

Había advertido Gerard Casas que el equipo era consciente de que había que ganar como fuera y así lo demostró el cuadro local desde el momento en que empezó el choque. Nada más sacar de centro el equipo ceutí, Rubén Orzáez presionó al cierre rival, le robó el balón y por bajo batió a Alejandro. Mejor comienzo imposible.

O Parrulo siguió presionando y atacando de la misma manera, mientras que el Unión África Ceutí apenas hiló alguna jugada peligrosa. Conscientes de esa situación, recurrió a la estrategia. Desde el córner, puso un balón medido Mauro para que el exparrulo Hélder igualase la contienda.

El cuadro de Gerard Casas notó mucho ese gol. Perdió su chispa y los visitantes lo aprovecharon para, en un minuto, poner el 1-3 en el marcador gracias a los protagonistas del primer tanto africano.

Nada más encajar el tercero, el técnico local paró el partido. Animó a los suyos a que atacasen sin miedo  y buscasen la sexta falta –el Unión África Ceutí cometió la quinta en el ecuador de la primera mitad–. Los parrulos escucharon y obedecieron. Primero golpeó Novoa en el minuto 19, y apenas unos segundos después, volvió a aparecer Orzáez para igualar el partido antes del  descanso.

Tras el paso por vestuarios, O Parrulo arrancó igual que la primera parte, marcando a los treinta segundos. En esta ocasión, el goleador fue Domingos. Pero, al igual que pasó antes, el UA Ceutí remontó en apenas un minuto.

Con todo, el equipo local tenía otra mentalidad. En esta ocasión no se vino abajo y logró empatar tras un jugadón de Novoa que culminó Rubén Orzáez para poner el 5-5.

A partir de ese nuevo tanto empezó otro partido. Había más tensión y nadie quería cometer ningún error en defensa. En ataque, los dos buscaron sacar falta y, en esto, O Parrulo es un experto. Rápidamente el UA Ceutí acumuló cuatro, pero los colegiados no se atrevieron a señalar la quinta.

Esa situación, al contrario de descentrarlos, les dio más energía para busca el sexto, y este llegó tras una jugada de estrategia en la que Orzáez le puso el balón a Iván Rumbo para que perforase la meta rival.

Una vez con ventaja, el conjunto de Gerard Casas siguió buscnado el séptimo, pero sin querer arriesgar demasiado. Sin embargo, en otra acción aislada, el Unión África Ceutí volvió a igualar la contienda por medio de Menzeguez.

Todavía quedaban cuatro minutos. Aún podían pasar muchas cosas. Y sucedieron. Cuando apenas quedaban 27 segundos, emergió Novoa para enloquecer A Malata. El '6' parrulo cogió el balón en pista propia, avanzó con determinación, y con un derechazo puso el 7-6 definitivo. Final de locura para un partido de locos.