Al campeonato liguero de Segunda le restan siete jornadas para finalizar, pero para el Racing ya puede quedar resuelto hoy. A 18 puntos de distancia de la zona de permanencia, con tan solo 21 por ponerse en juego, una derrota en el partido que lo enfrenta al Eldense mañana sábado –14.00 horas, A Malata– significará haber perdido la categoría de manera matemática. Una victoria o un empate demorarán –puede que unas horas o tal vez otra jorada más– un destino que parece escrito y del que trata de escapar su adversario, así que el equipo ferrolano apela la orgullo para resistir más.
Para ello tendrá que mejorar los registros que lo vienen distinguiendo. Once jornadas sin ganar –de las cuales diez son derrotas– y 719 minutos sin celebrar un tanto –el último, incluso, lo marcó un rival en propia puerta– reflejan la realidad de una escuadra que solo ha sido capaz de ganar cuatro encuentros y marcar 18 goles en lo que va de torneo de la regularidad –las dos cifras más bajas de la categoría–. El cuadro verde, de esta manera, espera que los avances que su juego está atisbando en las últimas jornadas se traduzcan en un resultado que lleva más dos meses sin celebrar.
Será la manera de brindarle a su afición una victoria –solo ha visto una esta temporada– que no compensará lo de esta campaña, pero que al menos le evitará ver en casa la pérdida de categoría. Para el Racing, además, será la forma de empezar a despedirse del campeonato regular de una forma más digna y no batir tantos récords negativos como puede superar este curso si es que las cosas siguen yendo tan mal como en las últimas jornadas del campeonato.
El Racing se presenta al partido con las bajas del defensa Rober Correa y Luis Perea y la duda de Josep Señé. Sin embargo, los 23 futbolistas que pueden participar tratarán de reivindicarse para demostrar que su nivel no es el que han mostrado esta temporada, sino el que les hizo ganarse un hueco en la categoría de plata del fútbol español. Es una de las posibilidades que trae el tramo final del campeonato, en el que muchos de los integrantes de la plantilla racinguista tratarán de demostrar su capacidad para seguir en la categoría de plata o, aunque sea en un nivel, continuar vestido de verde.
Después de este encuentro serán tres los que le queden al estadio de A Malata para despedir una campaña totalmente opuesta a la pasada –entonces se hizo especialmente poderoso como local, donde basó la permanencia y estar cerca de clasificarse para los playoffs de ascenso a Primera–. Así que esta oportunidad le brinda a la escuadra de la ciudad naval la ocasión de darle una alegría a sus seguidores después de un año repleto de sinsabores por el mal juego y los horribles resulltados.
Para el Eldense el partido también es como una final, pero todavía con el aliciente de tener posibilidades de salvarse. A dos puntos de la zona de permanencia, el cuadro alicantino pareció revivir tras la llegada del técnico José Luis Oltra y, a pesar de que ahora parece estar bajado su nivel de nuevo, no quiere desaprovechar la oportunidad de volver a sumar de tres. Será una sentencia final para el Racing que este quiere evitar a toda costa.