No podía terminar el Racing la temporada de una manera diferente a como lo hizo. Y no solo por la derrota encajada frente al Sporting de Gijón (0-2), sino también por volver a ser un imán para todas las desgracias futbolísticas habidas y por haber, por dar otra muestra de incapacidad en el remate y por confirmar que entra en la historia... pero por lo malo. Así que es tiempo de pasar página de todo lo malo que se ha hecho este curso y pensar en volver cuanto antes.
 

Desprovistos de urgencias que les impidiesen arriesgar en exceso, Racing y Sporting saltaron al terreno de juego de A Malata dispuestos a despedir el campeonato ofreciendo un buen espectáculo. Y, a pesar de que las ocasiones no fueron muy numerosas, las llegadas a las porterías sí lo fueron, así que los espectadores pudieron disfrutar de un duelo entretenido en el que los disparos desviados de Josep Señé y Juan Otero fueron los únicos que se registraron por banda.
 

El estreno del portero Bernad con la camiseta racinguista encontró su momento de gloria mediado el primer acto. Fue en una doble ocasión de Juan Otero y Dotor, cuyos lanzamientos fueron desviados por el portero valenciano, para regocijo del público. Y también para sus compañeros, que a raíz de esta acción parecieron coger ánimos para rondar la portería visitante, pero sin crear apenas ocasiones para marcar.
 

Llegados al tramo final de la primera parte, el Sporting apretó para adelantarse en el marcador. Primero avisó con un tiro de Pablo García, incorporándose desde el lateral, para enviar su remate por encima de la portería local. Y a la segunda acertó a través del pase interior a Nico Serrano, que se aprovechó de la falta de coordinación entre Nacho Sánchez y Bernad para adelantarse a ambos y marcar suavemente.

Acción

El partido volvió, tras el paso por los vestuarios, a una dinámica similar –tal vez con menos ritmo– a como se había desarrollado durante casi toda la primera parte. Pero una acción esporádica pudo cambiar el encuentro cuando un pase de Heber Pena al interior fue remachado a gol por Josep Señé... hasta que varios minutos después el VAR lo anuló al indicar una mano del exterior naronés. Así que el cuadro verde, que parecía haber recibido el espaldarazo hacia la remontada, en realidad recogió la sentencia –otra más– hacia una nueva derrota.
 

A pesar de los cambios, de dar entrada a futbolistas más ofensivos y a no dejar de intentarlo durante los minutos que quedaban, la misión de búsqueda del empate ya fue un imposible. Aunque ocasiones, y claras, hubo para ello –en botas de Chiki y Jauregi, los más denostados por la afición–, el tanto racinguista no entró... y sí el del Spoting para cerrar el partido y un curso para olvidar.

FICHA TÉCNICA