Después de que el 1-4 con el que el Almería derrotó al Racing en A Malata en la antepenúltima jornada de la primera vuelta lo aupase al liderato de Segunda –posición que aguantó tres fechas más–, el cuadro indálico se ha convertido en una de las decepciones del segundo tramo liguero. Sobre todo porque, por su condición de recién descendido de Primera y el hecho de contar con la que mayoritariamente es considerada como la mejor plantilla de la categoría de plata, se esperaba mucho más del rival racinguista de este lunes.
 

Fuera de las plazas que dan acceso a los playoffs de ascenso a Primera –se encuentra a dos puntos de distancia–, el Almería confía en mejorar su rendimiento de la segunda vuelta. El conjunto andaluz, que se proclamó campeón de invierno con 39 puntos, solo ha sumado 17 en las quince jornadas que van del segundo tramo liguero –ocupa la decimoctava posición de este tramo de torneo, justo por encima de los cuatro peores de esta parte: Málaga, Zaragoza, Racing y el ya descendido Cartagena–.

Igualdad

Incluso se da la circunstancia de que el Almería ha sumado en las tres últimas jornadas los mismos puntos, tres, que el equipo ferrolano al que se va a a enfrentar. A pesar de que en sus filas está el actual “pichichi” de la categoría (Luis Suárez, que ya ha marcado 23 tantos), el campeón olímpico Marc Pubill o jugadores reputados como Arribas, Leo Baptistao o Nico Melamed, la escuadra que prepara Rubi no ha tenido regularidad en esta fase y solo ha sido capaz de conseguir cuatro victorias.
 

Es de esto de lo que se quiere aprovechar el Racing aunque, en el lado opuesto, el Almería es uno de los mejores equipos de la categoría cuando juega como local. De hecho, los 34 puntos que ha sumado en el UD Almería Stadium lo convierten en el sexto equipo que más ha conseguido como local, algo que no le resulta suficiente para estar entre los más destacados de la liga. l