El campo de Cartagonova acogió un duelo en el que, al menos durante su primera mitad, parecía que sólo el grupo de Cristóbal Parralo se estuviese jugando honor y puntos. Y es que la formación racinguista cogió el balón y no lo soltó durante los poco más de 45 minutos de este primer tiempo, con un Cartagena que no le disputó en ningún momento la posesión del balón a los ferrolanos, esperando, evidentemente, sus oportunidades a la contra que tampoco llegaron. 

Con Álex López, Señé y Gelardo dirigiendo la balada en solitario que supuso este arranque de encuentro, al dominio del balón se unió, como era lógico, las ocasiones verdes ante un grupo murciano cerrado atrás. Así, el conjunto de Parralo lo intentó con sus centros laterales, sin encontrar rematador en el área en esta inicio de partido. Naldo probó asimismo con un pase largo en una clara llegada anulada por fuera de juego, que daba, al menos en este inicio, como ganador al Racing por lo menos a los puntos. Rober Correa se hizo dueño de la banda izquierda y, diez minutos después, en el 23, un disparo de este futbolista con llegada de un titular Gelardo era despejado por el meta anfitrión. 

Dorrio tomó el relevo en el protagonismo de un tímido ataque racinguista, con, asimismo Correa como iniciador de una jugada sin meta final, mientras que Señé lo intentaba a balón parado en un gran tiro de falta al que no llegó el remate de la torre Puric. Una recta final en la que los verdes buscaron el premio al único trabajo visto sobre el césped murciano, el suyo, con una última jugada del propio Señé, con Jauregui y Manzanara sin tiempo a finalizar. 

El estallido

El Racing se encontró, necesariamente, con un Cartagena completamente renovado en las segunda mitad, reclamando su parte del balón en un estadio en el que incluso se pudo oír algún silbido de recriminación en el descanso. Alcalá fue el primero en mostrar las uñas en el efesé, tras un gran centro de Guerrero, con Jesús Ruiz haciendo a la perfección su trabajo y salvando a los suyos. La presión anfitriona era, sin duda, mayor, y también los espacios para los de Parralo. 

De nuevo, a balón parado, llegó otra ocasión para los del Mediterráneo con un tiro de Cedric que tampoco encontró rematador, dando paso poco después a unos, a la postre, exitosos cambios en las filas racinguistas. Dorrio cedió su lugar a un Manu Vallejo con destellos de estrella en estos minutos, mientras que Chiki y Álvaro Sánz refrescaban a un Racing serio en su tarea pero, de nuevo, con pocos recursos en la vanguardia. 

El encuentro entró así, en estos últimos 20 minutos, con una marcha más, con el Racing buscando el triunfo –si bien el empate tampoco parecía mala opción– y un Cartagena que parecía darse cuenta de que todavía no había ganado en casa. Los murcianos tuvieron, precisamente, la más clara a 20 minutos del final, con Ruiz de nuevo vistiendo la capa de héroe en el Cartagonova. Y fue dos minutos después cuando el tradicional cambio de delanteros de Cristóbal llegó al campo murciano. Y si en esta ocasión Jauregi las buscó pero no las encontró, a la novena lo hizo el ilicitano. 

Como telonero, un pase de Vallejo a, precisamente, Giménez que se quedó sin espacio para dar caza al balón, dando como resultado el primer córner ferrolano. Señé volvió a demostrar su buena pierna a balón parado que detuvo Jhafets, mientras que Naldo salvó al Racing del un gol cartagenero de Ortuño que prácticamente se cantaba en la grada. Y en estos últimos minutos de un choque sin chicha, innecesaria para ganar, llegó el ansiado reencuentro del Giménez con el gol. El diablo de Elche, en una gran definición, parando el balón con una pierna y rematando con la contraria, anotó un tanto, en principio anulado por fuera de juego. Y aquí llegó, de nuevo, el giro de guion, con un VAR rectificando decisión y el delirio verde estallando en Cartagena, con un Racing al que la moneda ya le sale cara.