Situado en la avenida de Esteiro de Ferrol se encuentra el Centro de Psicología Vitei, que ofrece servicios de asistencia psicológica -tanto presenciales como online-,talleres y actividades psicoeducativas de todo tipo.
Dirigida por Eva María Rodríguez -que cuenta con un máster en Psicología Jurídico-Forense e Intervención Social- y David Teijido -especialista en Neurociencia-, la consulta echó a andar en 2020 y ya se erige como uno de los gabinetes de referencia de Ferrolterra.
¿Por qué decidisteis montar vuestro propio centro especializado?
Decidimos montar nuestro propio centro con la idea de cubrir ciertos huecos educativos que llevábamos años detectando en la sociedad. Nos dimos cuenta de que del conocimiento psicológico, que nosotros habíamos aprendido durante la carrera y del cual nuestras propias vidas eran las primeras beneficiadas, no llegaba apenas información a la población. Nos dimos cuenta de que la sociedad no sabe nada sobre cómo puedes cuidar tu salud mental. Un ejemplo que ponemos siempre es el de la definición de ansiedad o la de las cinco emociones básicas. Estos son conceptos increíblemente básicos y nunca nadie nos ha explicado nada sobre ello. ¿Cómo vas a arreglar el motor de un coche sin saber cómo funciona y sin tener ninguna herramienta para ello? Imposible. Pues lo mismo nos ocurre con nuestra mente.
La sociedad no sabe nada sobre cómo puedes cuidar tu salud mental
¿Qué servicios ofrece Vitei?
En Vitei ofrecemos servicios de asistencia psicológica, tanto presencial como online, y actividades psicoeducativas y divulgativas de todo tipo. Estas actividades las realizamos en dos áreas. Por un lado, los talleres, charlas y cursos que organizamos en nuestro propio centro para la gente que tenga interés o lo necesite. Podemos citar nuestras sesiones de risoterapia, relajación, autoestima, habilidades sociales... Y por otro lado, organizamos actividades para las asociaciones con las que colaboramos y que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad, por lo que personalizamos nuestras actividades a sus necesidades psicológicas y circunstancias, las cuales también se vieron especialmente agravadas por la pandemia en alguno de estos colectivos, como es el caso, por ejemplo, de la Asociación de Diabéticos de Ferrolterra (ADF) o la Asociación da Loita Contra as Enfermidades do Ril (ALCER), entre otras.
En Vitei ofrecemos servicios de asistencia psicológica, actividades psicoeducativas y divulgativas de todo tipo
¿En qué consisten cada una de las las actividades?
Como decía, nuestro objetivo principal es facilitar el acceso al conocimiento y las herramientas que la psicología nos puede ofrecer para promover y mejorar nuestra salud mental, por lo que todas las actividades que realizamos van dirigidas a ello. Con el paso del tiempo hemos desarrollado muchos programas con temáticas diferentes. Podríamos citar nuestros cursos de relajación y mindfulness, los de habilidades sociales y asertividad, nuestros talleres de autoestima o las charlas divulgativas que impartimos hablando y debatiendo sobre la importancia de la salud mental y cómo podemos gestionarla mejor.
Nuestro objetivo es facilitar las herramientas que la psicología nos puede ofrecer para promover y mejorar nuestra salud mental
Queda clara la relevancia que tiene disfrutar de una buena salud mental. ¿Pero por qué cobra una mayor importancia en la adolescencia?
El cerebro humano se desarrolla durante toda la vida en distintas etapas, pero con la llegada de la pubertad comienza una etapa de maduración cerebral muy importante que termina a lo largo de la veintena de edad, con ciertas diferencias entre hombres y mujeres. Esto quiere decir que durante la adolescencia el cerebro comienza a funcionar de manera diferente y áreas que antes no se utilizaban comienzan a utilizarse. Desde Vitei solemos decir que los adolescentes son personas que comienzan a tener pensamientos y preocupaciones más adultas, pero herramientas y recursos de niños. Por este, y otros tantos motivos, tanto sociales como biológicos, se convierte en una etapa que puede ser complicada de gestionar, tanto para ellos como para sus padres. En este contexto, la ayuda psicológica puede ser determinante.
El cerebro humano se desarrolla durante toda la vida en distintas etapas
¿Una correcta atención psicológica, por ejemplo, ayudaría a reducir los casos de acoso escolar?
Rotundamente, sí. El acoso escolar es un tema muy delicado e importante. En este caso, lo más importante es prevenir el acoso, y para ello deben hacerse esfuerzos para controlar que esto no ocurra y aprender a detectarlo y a actuar ante él, tanto por parte de los profesionales de la educación como de los propios padres y madres. Por otro lado, es indudable que para las víctimas de bullying la asistencia psicológica es completamente necesaria y beneficiosa. El problema es que desgraciadamente, en muchas ocasiones, no se detecta este acoso o se hace cuando ya es tarde, siendo motivo de muchos suicidios en menores. Precisamente nuestro último proyecto, del cual se pueden beneficiar tanto asociaciones de madres y padres como colegios o ayuntamientos, va dirigido a los menores y uno de sus puntos clave consiste en el abordaje de la problemática del acoso escolar y su prevención así como la prevención de otras violencias y el fomento de la educación emocional.
Para las víctimas de bullying la asistencia psicológica es completamente necesaria y beneficiosa
¿Por qué a día de hoy se sufre este acoso, sobre todo, a través de redes sociales?
Desde el comienzo de la pandemia, y muy probablemente a causa de la reducción de las actividades presenciales que ha conllevado, ha aumentado mucho lo que conocemos como ciberbullying. El ciberbullying es precisamente eso, acoso a través de internet, las redes sociales o el móvil. El problema con este tipo de acoso es que es más difícil de detectar ya que existe muy poco control por parte de los adultos de lo que están haciendo los menores en internet. Desde Vitei no tenemos duda, debería aumentarse esta supervisión. Muchos padres tienen miedo a invadir la privacidad de sus hijos, pero no se dan cuenta de que internet puede ser muy peligroso en manos de un niño o adolescente y de que tienen derecho a supervisar su uso de las mismas si se tienen claros los signos de alarma.
El problema del ciberbullying es que es más difícil de detectar ya que existe muy poco control por parte de los adultos de lo que están haciendo los menores en internet
¿A qué conductas deben estar atentos padres y profesores para evitar situaciones de acoso?
Pues existen ciertas señales de alarma a las que hay que prestar atención si queremos detectar si un menor está siendo víctima de acoso. Algunas de ellas son más evidentes como, por ejemplo, el llegar a casa con golpes o heridas que no tengan una explicación, que “pierda” cosas con demasiada frecuencia, que se niegue a ir a la escuela o finja estar enfermo para no ir o que padezca dolores de cabeza frecuentes y dificultad para dormirse. Otras son menos evidentes pero igualmente importantes. Una bajada gradual en el interés y en las calificaciones escolares, sentirse impotente, inutil, es decir, tener la autoestima baja, cambios de hábitos alimentarios o autolesionarse. Es importante saber que el niño tratará de ocultarlo y le resultará difícil hablar de ello, por lo que es importante acudir a ayuda profesional para abordar el tema si se detectan estos signos de alarma.
Es importante saber que si el niño sufre acoso tratará de ocultarlo y le resultará difícil hablar de ello
¿Y qué pasos deben seguirse para atajar las conductas promovidas por los acosadores?
En el caso del acosador, suelen ser perfiles tendientes a la agresividad física y verbal, se preocupan en exceso por su reputación y popularidad, no asumen culpas ni responsabilidades y son castigados con frecuencia. Además suelen juntarse con otros que también tienen este tipo de comportamientos. Asimismo, un punto sumamente importante es el de promover en las aulas una política de cero tolerancia con el acoso escolar, haciendo partícipes a todo el grupo y dándoles herramientas adecuadas para poder denunciar estas situaciones.
El acosador suele tener un perfil agresivo, se preocupa en exceso por su reputación y no asume culpas ni responsabilidades
¿Es peligroso que los adolescentes den una gran importancia a las redes sociales?
Las redes sociales han adquirido una importancia sumamente grande para los más jóvenes y esto puede ocasionar daños psicológicos que no se ven a simple vista. Imagina una clase en la que hay 20 alumnos y el profesor afirma que no detecta ninguna conducta de acoso o marginación en su aula, pero más tarde se sabe que esa clase tiene un grupo de WhatsApp en el que solo hay 19 y hay 1 al que no le permiten entrar. Esto, en los ojos de un niño, puede ser devastador.
Las redes sociales han adquirido una importancia sumamente grande para los más jóvenes
En estos casos, ¿cómo podemos hacer que las nuevas tecnologías se conviertan en un aliado y no en un enemigo?
En primer lugar, lo más importante es conocer. Conocer cómo se relacionan los jóvenes hoy en día a través de internet. Muchos padres afirman no entender muy bien en qué andan metidos sus hijos cuando se conectan a internet a través del ordenador o del móvil. Saben que hablan por el micrófono, que graban videos y sacan fotos para alguna red social o que juegan a algún juego pero no son conscientes realmente de cómo funcionan esas interacciones ni los contextos. Por lo tanto, mostrar interés en entender cuáles son las redes sociales de moda que utilizan, en qué consisten, si han tenido que mentir o no acerca de su edad para utilizarlas, qué tipo de contenido se permite compartir en dichas plataformas, qué programa utiliza para comunicarse con sus amigos mientras juega y cómo funciona. No se trata de controlar o prohibir, sino de supervisar y, en ocasiones, no tener miedo a restringir el uso de estas tecnologías. El móvil, por ejemplo, es algo que siempre tienen a mano y es similar a lo que antes sería bajar a la calle a ver a los amigos. Es fácil entender que, antes, si querías bajar a la calle o ir a casa de un amigo, debías cumplir primero con las obligaciones escolares y extraescolares. Hoy en día esto ocurre con menos frecuencia ya que no se ha aprendido que la manera de interactuar y de disfrutar del ocio en los jóvenes ha cambiado, y debemos aprender y actuar en consecuencia.
Muchos padres afirman no entender muy bien en qué andan metidos sus hijos cuando se conectan a internet a través del ordenador o del móvi
¿Fue complicado realizar la atención psicológica en la pandemia?
Realmente sí. Es cierto que gracias a las tecnologías pudimos realizar parte de nuestras actividades de manera telemática sin ningún problema, como charlas, seminarios o asistencia psicológica online. No obstante, gran parte de nuestra actividad se realiza de manera presencial y muy práctica, como es el caso de los talleres psicoeducativos en los que aprendemos y practicamos distintas técnicas que no podrían realizarse de manera online como una sesión de risoterapia, por ejemplo, la cual perdería su sentido si no es presencial.
Gracias a las tecnologías pudimos realizar parte de nuestras actividades de manera telemática sin ningún problema
¿Aumentaron los casos?
Sin duda aumentaron los problemas psicológicos a raíz de la pandemia. Mucha gente experimentó cambios notables en sus vidas a nivel social y laboral, y la adaptación a esos cambios es una tarea complicada. En el caso de los más jóvenes, en el centro vemos que la preocupación por el futuro, que se percibe con alto grado de incertidumbre, está muy presente en ellos. Los niveles de ansiedad, de estrés y los síntomas depresivos también aumentaron directa o indirectamente relacionados con la situación de crisis sanitaria. También existe un sentimiento común de abandono del autocuidado de uno mismo, muchas actividades que se dejaron de hacer y que es difícil retomar. Afortunadamente, también tenemos el lado positivo, y es que la gente está cada vez más concienciada de lo importante que es cuidarnos la cabeza, por lo que también vemos que cada vez más gente pierde el miedo a buscar ayuda profesional para mejorar este aspecto.
A raíz de la pandemia, sin duda, aumentaron los problemas psicológicos
¿Por qué creéis que está tan estigmatizada vuestra profesión?
Como seres humanos tenemos una tendencia natural a etiquetarlo todo. En relación a nuestra profesión, existen muchas etiquetas que no son muy positivas y que nos llevan acompañando durante mucho tiempo. Afirmaciones como que ir al psicólogo es de locos o de débiles es algo que todavía mucha gente piensa y crea una necesidad de solucionar las cosas por uno mismo. Como dije anteriormente, queremos arreglar el motor del coche sin saber absolutamente nada de cómo funciona y sin tener las herramientas necesarias. Además, esta falta de conocimiento también provoca que en muchas ocasiones no se llegue a ver que se tiene un problema. Crear una auténtica conciencia del problema es una tarea muy delicada y complicada todavía en nuestra profesión, en parte por estos estigmas que existen en la sociedad en torno a la salud mental.
Como seres humanos tenemos una tendencia natural a etiquetarlo todo
¿Qué le diríais a las personas que piensan que es necesario estar enfermo para acudir a una consulta de psicología?
Nosotros siempre decimos que no hace falta estar mal para aprender sobre el cuidado de la mente. Los beneficios que puede aportar el conocimiento psicológico son innumerables, sin necesidad de padecer algún tipo de trastorno o enfermedad. La psicología puede ayudarte a conocerte y gestionarte mejor, a desarrollarte personalmente, a ser más productivo, más capaz en tu trabajo, a pensar de manera crítica, a mejorar tu forma de relacionarte con otras personas, poner límites, darte herramientas para, por ejemplo, desarrollar un hábito que llevas tiempo intentando y no eres capaz… Debemos saber que el conocimiento psicológico está detrás de prácticamente todo lo que vemos en el día a día, ya que se sabe mucho acerca del comportamiento humano. Aprender sobre ello nos empodera enormemente.
No hace falta estar mal para aprender sobre el cuidado de la mente