La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña acogió esta mañana la primera sesión de la vista contra cuatro vecinos de Narón, de nacionalidad paraguaya y venezolana –dos nacionalizados, una con residencia permanente y la última en situación irregular–, acusados, entre otros delitos, de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y tráfico de drogas.

En esta primera jornada se tomó declaración a los aprehendidos, tres mujeres y un hombre –un matrimonio, su hija y una cuñada–, para los que la Fiscalía solicita penas de hasta 101 años de prisión. En su declaración, la principal acusada afirmó que las jóvenes eran “voluntarias”, negando que otros familiares –que investiga la justicia de Paraguay– las captasen en sus países de origen y que ellos las coaccionasen para ejercer la prostitución de forma constante en pisos de Narón y Ferrol.

“Yo trabajaba con ellas, subía sus anuncios y contestaba al teléfono”, declaró, afirmando que el porcentaje que les “cobraban” era en concepto de “alquiler”. Durante la vista se reveló que la mujer llegó a tener en su cuenta bancaria más de 284.000 euros, afirmando que ella cobraba a los clientes como un “favor” a las víctimas, dado que, por su situación irregular, no podían tener las suyas propias.

De igual modo, negó que las mujeres tuviesen “deudas” con ella, pese a los mensajes al respecto intervenidos, y que la cocaína encontrada en ambos pisos fuese para vender a los clientes, sino que pertenecía a su esposo, que es consumidor. Por su parte, su marido, para el que se solicitan 81 años de cárcel, afirmó que las víctimas “tenían total y libre albedrío de hacer lo que quisieran”, aseverando que “no somos personas inhumanas”.

Por otro lado, la hija y la cuñada, para las que se piden 91 y 21 años, respectivamente, volvieron a insistir en que las mujeres se prostituían de forma voluntaria. El juicio se retomará la próxima semana con la declaración de las nueve perjudicadas, que ejercen de testigos protegidas.