El buque autoelevable “Brave Tern”, dedicado a operaciones de eólica marina, llegó a primera hora de la mañana de ayer a las instalaciones de Navantia Fene. Tal y como detallaba apenas unos días atrás el portal de referencia Vesselfinder, el enorme navío, propiedad de la multinacional noruega Fred Olsen Windcarrier, entró en la ría de Ferrol poco después de las ocho, trasladándose apenas dos horas después –sobre las 09.50– al área de Reparaciones de la factoría de Perlío, donde en breves comenzarán las labores de mantenimiento y modernización del mismo.
La propia Navantia había explicado la pasada semana que este barco, que participó entre otros contratos en la puesta en funcionamiento de los parques Wikinger y Saint-Brieuc de Iberdrola –con “jackets” producidas donde ahora está atracado–, permanecerá siete meses en los astilleros locales. El contrato, de gran importancia para el grupo naval dadas las características del buque, contempla la sustitución de grúas y la mejora y modernización de sus capacidades.
Los trabajos, que repercutirán tanto en la principal como en las industrias auxiliares, se realizarán en el área de Reparaciones, donde ahora se encuentra, y en el dique seco de Ferrol –las primeras informaciones al respecto señalaban que estaría un 50% del tiempo en cada instalación–. Asimismo, cabe recordar que las intervenciones en el buque suponen la segunda fase del contrato. La primera, completada en 2023, incluía las labores de ingeniería, adquisición de materiales y prefabricación de los componentes necesarios para su reforma.