La conexión ferroviaria entre los puertos interior y exterior de Ferrol, uno de los proyectos más importantes de la Autoridad Portuaria de los últimos años, alcanzó ayer un nuevo hito con el comienzo de las obras sobre la capa de agua de A Malata. Si bien los trabajos en tierra, tanto en la parte de A Graña como en Curuxeiras, comenzaron hace tiempo y ya están, según detalla el organismo que preside Francisco Barea, “muy avanzados”, no fue hasta esta semana que se iniciaron las labores sobre la ría.
Así, esta nueva fase del proyecto arrancó el pasado martes con el traslado a Ferrol de la barcaza que colocará las pilas del viaducto. Se trata de una embarcación especializada sobre la que se alzan los cuatro pilares que servirán de base para la conexión, además de una grúa. Estas piezas, de este modo, serán clavadas en el lecho marino y rellenas de hormigón, sirviendo así como estructura sobre la que se crearán los soportes del puente –una técnica muy similar a la empleada en el viaducto de la AP-9F que atraviesa la ría entre Narón y Neda–.
El proyecto, apuntó ayer la Autoridad Portuaria, contempla que las obras se concluyan a lo largo del segundo semestre del año que viene, entrando en funcionamiento el próximo 2025.
En cuanto a las actuaciones ya en marcha y que se realizarán en los próximos meses, desde la entidad de gestión del Puerto se señaló que se actuará en tres frentes al mismo tiempo: en el entorno de Curuxeiras, en la salida del túnel de A Graña y sobre la capa de agua.
Los dos primeros se componen de once pilares –cuya colocación avanza a buen ritmo–, mientras que el tercero tendrá los cuatro que empezaron a instalarse ayer. El viaducto en sí, detalló la Autoridad, tendrá una longitud de 606 metros y se compondrá de dos partes: por un lado, el tramo de tierra que discurre por las dársenas de Curuxeiras, que será de 210 metros; y por otro el segmento que atraviesa la ría y que conectará con el extremo de A Graña y será de 396.
De esta forma, desde el ente portuario se señaló que el objetivo de esta última fase del proyecto era, desde que comenzaron las obras en tierra, “no parar hasta su finalización”. “Esto nos permite seguir avanzando en una obra fundamental para el puerto de Ferrol y ya vemos cómo va cobrando forma el viaducto que conectará con los dos márgenes de la ensenada de A Malata”, apuntó el organismo a través de un comunicado.
Por otro lado, desde la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao se señaló que el proyecto se está realizando “ajustándonos a la declaración de impacto ambiental y siempre con un acuerdo con las cofradías y la Xunta”.
Respecto a este pacto con los pósitos, firmado el pasado lunes, el patrón mayor de la entidad de la ciudad naval, Gustavo Chacartegui, señaló que el texto, sin entrar en detalles, reconocía el impacto que tendría la construcción del viaducto en la actividad de los profesionales de la mar, tanto a nivel de afectación del lecho como por la imposibilidad de traspasar un radio de seguridad en las zonas en obras. Es por ello que se contemplan para un futuro planes de regeneración en los que participarán las cofradías.