Los centros de socioculturales del término municipal de Ferrol se concentran especialmente en las zonas con mayor densidad de población, por lo que el área rural queda descartada para gran parte de estas iniciativas. En sustitución, existen cerca de una veintena de asociaciones vecinales que desempeñan funciones similares con la oferta continuada de actividades y eventos, una buena parte gracias a las posibilidades que aportan sus instalaciones.
A pesar de la existencia de asociaciones que carecen de una sede, como pueden ser las de Cariño y Prioriño, muchas se caracterizan por los clásicos ambigús, los bares propios de estas entidades, y salones de actos, que en casos como los de O Lago de Doniños, Valón, A Cabana, Serantes, Covas o Esmelle presentan dimensiones considerables.
Sin embargo, según indicó el presidente de la Agrupación de AAVV da Zona Rural, Manuel Sendón, “hay una enorme diferencia entre la dinamización de la zona urbana y la rural”. Así, este responsable advirtió de la necesidad de aumentar las propuestas culturales, aparte de las que se desarrollan en el ciclo de Ferrol Escena o As Pepitas, “que llevamos unos años desde que hemos conseguido que se hiciera en la zona rural, y ahora, con esta corporación, el programa del certamen de corales”.
El presidente de este organismo que aglutina a 16 entidades, de las 17 que alberga la zona rural, siendo la excepción San Román de Doniños, es consciente de las dificultades que supone la dinamización del área pero también de la pertinencia de intentarlo.
“El papel que tenemos las asociaciones de la zona rural sí que está reconocido en campaña electoral pero luego, en la realidad, cuando llega el momento que gobernar, dejan mucho que desear esas promesas”, declaró Sendón, “a pesar de que, con esta corporación se ha dado algún paso, pero muy pequeño”. Asimismo, desde la Agrupación de AAVV llevan años solicitando la descentralización de alguna de las actuaciones de las fiestas patronales, tal como se realizó con barrios urbanos como O Inferniño o Caranza.
Uno de los pilares que sustentan el uso de estos centros es la oferta constante de cursos como los de tipo formativo y de ocio que ofrecen gran parte de los locales sociales. Las actividades más habituales y solicitadas son aquellas que tienen que ver con el mantenimiento, tanto físico como mental, como pueden ser pilates, yoga, baile y, en el caso de los usuarios de edad más avanzada, los talleres de memoria. Según indicó el presidente de la Agrupación, aparte de estos “grandes éxitos” continúan a la cabeza las distintas disciplinas artísticas y la informática cae en desuso.
“Cada asociación establece sus reglas”, explicó Manuel Sendón, en relación con los requisitos que se marcan a la hora de participar en estas iniciativas. Por ejemplo, en la AVV Santa Comba de Covas, que preside el mismo directivo, “hay actividades en las que no se le exige a la gente que sea socia”, concretando una cifra de cuatro o cinco personas en algún grupo de alrededor de 40.
Además, la falta de participantes suficientes para formar un grupo, que constituye uno de los principales obstáculos a la hora de cursar una actividad específica en una asociación rural, se compensa con la unión que desempeña la Agrupación de AAVV. Cualquier socio de una de las entidades que abarca el colectivo tiene derecho a anotarse en la propuesta que le interese de otro centro adjunto, sin necesidad de abonar la cuota del segundo.
“El 98%, más o menos, son personas que viven en el núcleo de la parroquia”, detalló el presidente sobre los usuarios de estos cursos. La cifra, continuó, también podría abarcar otros territorios rurales vecinos, aunque “también hay alguna gente que puede venir a hacer actividades desde el casco urbano o incluso desde otro ayuntamiento”, según su experiencia en el local social de Covas. En todo caso, Sendón manifestó que las entidades que aglutina la Agrupación están “encantadas” con la participación “sea de donde sea”.
Las entidades en cuestión, aunque aún vigentes, viven en un punto de su historia crítico, ya que “en las asociaciones de vecinos, muy poquitas tienen relevo generacional”, advirtió Sendón, detallando que la edad media en las directivas ronda los 60 años. De la misma manera, el responsable dio cuenta de la enorme dificultad a la que se enfrentan algunos casos a la hora de conseguir una nueva junta.
Uno de los fundamentos que explicarían este gran desafío es la desconexión sociopolítica, ya que “no hay una preocupación muy grande por los vecinos en mantener y que siga funcionando la asociación, cuando realmente es el nexo conductor entre las quejas de los vecinos y el ayuntamiento”, siguió. No obstante, Sendón asume que se trata de un problema generalizado que se puede extrapolar a múltiples sectores, como otro tipo de entidades socioculturales, en las que también escasean nuevas generaciones.
La concesión de las ayudas a entidades vecinales del Concello de Ferrol, que se resolvió en el mes que acaba de vencer, registra un total de 25 entidades con subvención. Uno de los dos objetivos es el fomento de iniciativas de interés general, por el que sale favorecida la zona urbana frente a la rural en 20.998,38 euros.
Estas dos áreas cuentan con un reparto prácticamente equitativo en cuanto al número de asociaciones en la resolución definitiva, ya que suman 12 en cada una, sin contar a la Agrupación de AAVV da Zona Rural, que recibe 360 euros, la menor cuantía de todas las que se dedican a la línea de actuación.
Así, a la docena de entidades subvencionadas que se localizan en la zona urbana del ayuntamiento se les adjudican, en total, 52.999,91 euros. Esta cifra se divide en cantidades entre los 3.196,94, para la asociación de la Zona Centro de Ferrol, y los 8.000 euros de O Cruceiro de Canido.
Mientras tanto, y volviendo a dejar a un lado la cuantía de la Agrupación de AAVV da Zona Rural, este territorio iría de los 830,52, que recibe la entidad de Viladóniga-Vilasanche, hasta el máximo de 6.600,13 euros, para la de Santa Comba de Covas. En total, el área dispone de 32.000,81 euros.
La línea de ayuda que contemplan estos cálculos se limita a las actividades y programas de interés general que favorezcan la dinamización vecinal de barrios y parroquias, con sus bases en el Boletín Oficial de la Provincia del 3 de abril.