Los Bomberos realizan entre 250 y 300 intervenciones por inundación al año en Ferrolterra

Los Bomberos realizan entre 250 y 300 intervenciones por inundación al año en Ferrolterra
Acumulación de agua en el túnel de la plaza de España

Las borrascas Éowyn y Herminia dejaron, a su paso por Ferrol, numerosas incidencias, incluidas dos inundaciones en las avenidas de Vigo y do Mar. Estas anegaciones, en estos y otros lugares de la ciudad naval, son una situación común cada vez que llueve con una intensidad medianamente fuerte, lo que ha llevado a muchos a calificarlos como los “puntos negros” de la urbe.


Esta denominación, no obstante, no resulta del todo acertada, dado que no representa una peligrosidad más allá de aquella derivada de los comportamientos ciudadanos, tal y como detalla Enrique Suárez, jefe del cuerpo de bomberos ferrolano. “Dentro de lo que son los planes de Protección Civil, el de mayor rango de Galicia es el Platerga, y reconoce al ayuntamiento de Ferrol con un riesgo de inundaciones bajo”, explica el profesional.


En este sentido, el máximo responsable del servicio apunta a que el mencionado Platerga obliga a los Concellos a tener un Plan de Actuación Municipal (PAM) sobre los puntos en los que se registran anegaciones de cara a lograr “una coordinación perfecta para minimizar daños”. Ferrol, afirma, cuenta con dicho programa actualizado, que es el que se activa cuando se registran potenciales precipitaciones intensas.

 

Intervenciones

Antes de profundizar en las diferentes intervenciones que se realizan desde el cuerpo de bomberos, Suárez explica que hay dos tipos de inundaciones: las ocasionadas por fenómenos naturales –como el desbordamiento de un río– y las de carácter mecánico –la rotura de una cañería–. En Ferrol, detalla, se dan de los dos tipos, aunque las más comunes son las segundas –de hecho, la mayor anegación registrada, afirma el jefe de bomberos, se dio en 1995 cuando se desbordó el depósito de agua de Santa Mariña y ni en esa ocasión se constataron heridos o muertos–.


Volviendo a los “puntos negros”, estas inundaciones se clasificarían dentro de la segunda tipología, en cuanto a que se deben principalmente a un bloqueo de las vías de drenaje de pluviales. “El 99% de ellas se producen debido a la caída de hojas y la obturación de las tapas de alcantarillado. Por supuesto, esto no significa que el encargado de limpieza no hace su trabajo o no lo hace correctamente, pero cuando hay un temporal, al final el aire arrastra todas las hojas recogidas y bloquean las tapas”, apunta.


En estos casos, explica, se localiza el punto de drenaje y se libera, solucionándose la inundación en cuestión de minutos. Entre otros, Suárez identifica las mencionadas avenidas; Telleiras a la altura de la Antonio Escaño; la plaza de Galicia; el aparcamiento subterráneo del Cantón; la plaza Vella y los túneles de la de España; o la nueva rotonda de la Trincheira. 

 

Canton
 

 

No obstante el jefe también señala la carretera de Covas, a la altura de la cantera, como un punto de anegación, pero en este caso por causas naturales, dado que se trata de una acumulación provocada por todo el agua que cae, arrastrando sedimento, desde A Bailadora.
Asimismo, el jefe de bomberos incide en el impacto de las mareas en las inundaciones. “En Ferrol puede llover muchísimo, pero si está la marea baja, la zona de afectación es más reducida. Pero también se puede dar a la inversa cuando está alta, agravándose la situación”. 


Otro aspecto que destaca el jefe de bomberos es que, a lo largo del año, se hacen más intervenciones de este tipo de lo que puede parecer. “El año pasado hubo 60 actuaciones de bomberos con respecto a inundaciones, pero esto es en cierto modo una mentira, porque cuando vamos, por ejemplo, a desatascar la avenida do Mar, esto cuenta como una salida, aunque en la misma intervengamos en otros puntos”, apunta, subrayando que la cifra real se situaría en las 250 o 300 intervenciones anuales.

 

Recomendaciones

Por último, el jefe de los bomberos ferrolanos recomienda cautela frente a estos sucesos, especialmente en el coche.


En este sentido, Suárez explica que, además del conocido “aqua planning”, uno de los riesgos más grandes al enfrentar una anegación a bordo de un coche es la dificultad a la hora de medir distancias. 

 

Así, una acumulación de agua que ppdría parecer que tiene una profundidad de unos tres centímetros tal vez resulte  finalmente mucho mayor, por lo que entrar en estos puntos puede bloquear la entrada del vehículo y dejarlo parado en mitad de la carretera.

Los Bomberos realizan entre 250 y 300 intervenciones por inundación al año en Ferrolterra

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