Rara es la persona que está conforme con el cambio de hora que se produce en España en verano e invierno. Ya en el siglo XVIII, el científico e inventor estadounidense Benjamin Franklin fue el primero en cuestionarse si se aprovechaban bien las horas de luz solar. El horario por el que se rige España hoy se aprobó en 1940, cuando Franco decidió ajustar el horario al de Alemania. La efectividad de la medida en cuanto al ahorro energético es muy cuestionada y la gran mayoría de los ciudadanos preferiría mantener el horario de verano y no cambiar al de invierno. No obstante, muchos expertos advierten que el horario más lógico a nuestros ritmos sería el horario actual. El caso es que ni por esa horita de más que se duerme la gente acoge bien lo de adelantar o atrasar el reloj.
“Son muchos cambios ya, nos tenemos que adaptar a la vuelta al cole, al frío y la lluvia y también a esos días más cortos cuando a las cinco de la tarde es de noche, es algo deprimente, la verdad”, así opina Fina Vázquez, vecina de Fene al respecto de esta cuestión. Y es que como ella parece que opina la mayor parte de la sociedad, según el resultado de las diferentes encuestas que se han venido realizando con respecto a este asunto en los últimos años.
Sobre esta cuestión, desde la clínica de psicología Vitei de Esteiro tienen claro que existe una causa que motiva esta visión tan negativa. “Este es un tema muy interesante y seguramente mucha gente lo desconozca, pero es indudable que el cambio de hora afecta a nuestro estado anímico. No es tanto por la llegada del frío sino por la cantidad de luz solar que nos llega. El cambio de hora se hace para aumentar el ahorro energético aprovechando más las horas de luz natural, sobre todo en horario laboral, y este factor sí que sabemos que afecta psicológicamente. No obstante, existe evidencia de que la duración del día afecta positivamente a nuestro estado de ánimo. Incluso se ha descrito un trastorno afectivo estacional relacionado con esta época del año del otoño e invierno, además de otros factores, en el que una persona puede encontrarse más triste, ansiosa, con falta de libido o anhedonia (dificultad para disfrutar de actividades y situaciones con las que habitualmente se disfruta) durante esta época del año”.
Así, ese sentir generalizado contra el cambio de hora parece que tiene más que ver con el hecho de que nos encontramos peor y nos afecta realmente a nuestro estado de ánimo, más que a una cuestión de resistirse al cambio.
“Los niños van a entrenar o a las extraescolares con la noche encima, prefería seguir como estábamos, me parece una tontería lo del cambio de hora, algo que además nadie entiende, todos los años hay el mismo debate, pero se queda en eso, muchas quejas por parte de los ciudadanos que nadie atiende”, explica Mónica C., madre de dos niños pequeños de Narón, que tampoco aplaude el cambio de hora establecido.
Estamos expuestos a numerosos condicionantes que afectan a nuestro día a día, de ahí la importancia de cuidar nuestra salud física pero también la mental. “Ambas son igualmente importantes, aunque si hablamos de autocuidado, me atrevo a decir que es más importante priorizar el autocuidado psicológico, ya que una ausencia de bienestar psicológico va a repercutir también en nuestra capacidad para cuidarnos físicamente”, explica David Teijido, socio fundador de Vitei, quien añade que “todos conocemos los elementos básicos del autocuidado físico como son: higiene personal, no fumar, comer sano, hacer algo de ejercicio, dormir bien, etc. Incluso podemos definir qué es comer sano o cuántas horas de sueño significan dormir bien. Sin embargo, nuestro conocimiento acerca del autocuidado psicológico y sus elementos básicos no están tan claros, y mucho menos conocemos herramientas para mejorarlos”, asegura. Así, sostiene este profesional de la psicología que es importante “contar con una red de apoyo, aprender a gestionar nuestras emociones, tener tiempo de esparcimiento, desarrollar una buena autoestima o tener habilidades sociales adaptativas, ya que constituyen algunos de los factores que es necesario trabajar para mejorar nuestra salud mental”.
La ciudadanía es cada vez más consciente de la importancia que tiene cuidar la salud psicológica. “Sí que es cierto que la gente cada vez es más consciente de la importancia de cuidar la salud mental y de que pedir ayuda profesional para ello no debe ser motivo de vergüenza ni es un acto de debilidad. No obstante, las herramientas que ofrece la psicología son muy desconocidas para el público general, lo cual se debe en gran parte a una deficiencia educativa en el ámbito de la salud mental”, asegura Teijido. Al final, herramientas como las que desarrollan durante el año en Vitei como talleres de risoterapia o el mindfulness, entre otros, “nos permiten proteger nuestra salud mental en el día a día por lo que es muy importante adquirirlas ya que son, como digo, un elemento protector de la salud mental a largo plazo”.