Los pilares en los que se basa la atención a los más desfavorecidos por parte de Cáritas Diocesana Mondoñedo-Ferrol se centran en tres ejes fundamentales, como son el derecho al desarrollo integral de niños y adolescentes, derecho a la participación y promoción social y derecho a un empleo digno.
Dentro de este último apartado cabe citar que se tiene constatado que un trabajo digno y estable y con un sueldo adecuado (algunos trabajos no permiten llegar a fin de mes y cumplir con las obligaciones económicas como el alquiler, que se lleva una parte importante de los salarios) constituye la salida más directa de la exclusión social, como pusieron de manifiesto responsables de la entidad días atrás.
En el año 2023, han sido 214 las personas que tomaron parte en el programa de formación e inserción sociolaboral a través de actividades de orientación prelaboral y formación para el empleo. En el ejercicio pasado, 51 personas han podido acceder a un empleo gracias a este tipo de acciones. Uno de los proyectos de la entidad caritativa que permite emplear a personas en riesgo de exclusión es su iniciativa para el aprovechamiento de ropa usada, que se deposita en los contenedores que hay repartidos por el territorio de la diócesis.
El programa confederal Moda re- es el proyecto de Cáritas que se dedica a la recogida y tratamiento de la ropa usada en España, que recoge más de 42 millones de kilos de ropa anualmente –lo que representa más del 40% de toda la ropa que se recoge en en el país–. Cuenta con una red de más de 6.500 contenedores de recogida de ropa y con 3 plantas de tratamiento de ropa usada, que en su ámbito, como apuntan desde Cáritas, son las más avanzadas del sur de Europa.
Además, gracias a importantes alianzas con grandes operadores del sector textil, como Inditex, lidera los procesos de preparación para la reutilización y el reciclaje textil, para convertir los residuos textiles no reutilizables en nuevas materias primas. En este sentido, desde la entidad caritativa animan a la ciudadanía a tomar parte de esta acción tan propia de Cáritas, ya que desde siempre, cuando alguien tenía ropa en buen estado que ya no usaba, pensaba en llevarla a la parroquia para que alguien la pudiera aprovechar.
La naturaleza del proyecto hoy es la misma, se trata de ayudar a personas más desfavorecidas por medio de la ropa, pero sacándole el máximo rendimiento a este producto textil. Así, solo durante el pasado ejercicio se recogieron en los contenedores que hay en los concellos de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, 160.405 kilos de prendas usadas.
Cabe recordar que en diciembre del año pasado entró en funcionamiento el nuevo espacio Moda re- de Cáritas en el centro comercial Alcampo de Ferrol, situado en el polígono de A Gándara. Un proyecto que, como indicaban en su momento desde Cáritas, “busca darle una segunda vida al residuo textil, sensibilizando acerca de la importancia de re-utilizar, re-considerar, re-iniciar, re-descubrir y re-vitalizar (…) y también ofrece una nueva vida a personas en situación de vulnerabilidad social, fomentando su inserción laboral, y ofreciendo una nueva oportunidad”.
En este córner situado en el hipermercado, se puede comprar ropa de segunda mano de hombre, mujer, niño y complementos con precios que oscilan entre los 2 y los 30 euros. Marta Pazo, secretaria general de Cáritas, explicó que en la actualidad “se está ampliando la red de contenedores, la ropa es un residuo textil y como tal debe tratarse, además, a finales de este año será obligatorio llevar una recogida selectiva de la misma y los residuos deberá gestionarlos una empresa autorizada, así como su transporte y almacenamiento”.
Recuerda que, al margen de los contenedores, también se recoge en el centro de día. “Una persona con una furgoneta retira la ropa de los contenedores y la traslada a nuestra planta de almacenaje en el polígono de Río do Pozo, en Narón”. Cáritas Mondoñedo-Ferrol trabaja conjuntamente con la de Tui-Vigo y Ourense. “Todas las personas que recogen, transportan y tratan el residuo proceden de empleos de inserción”, precisó la responsable de Cáritas. Así, tras la separación de la ropa que destinarán a sus puntos de venta, lo que no vale se manda para reciclar.
Con respecto a las personas que se encargan de atender estas tiendas como la de Alcampo, también son empleos de inserción social “y los beneficios repercuten siempre sobre la propia empresa, aquí no hay ánimo de lucro, no como otras empresas que se dedican a lo mismo y que sí lo tienen, esto es “algo que la gente debería tener en cuenta a la hora de colaborar con Cáritas donando su ropa”, como insisten desde la organización caritativa.
Recuerdan además desde la institución que toda la ropa vale, también la que está en mal estado, pues todo se recicla y de ese proceso salen hilos, ovillos que usan empresas con la que tienen convenio como Inditex, por ejemplo, que se encarga de la transformación de estos tejidos.