Carlos García y el arte de dar vida a los sueños con sus manos

Carlos García y el arte de dar vida a los sueños con sus manos
mural frente al Concello en Neda | J.M

Carlos García Romero (Neda, 1973) se ha convertido en esa figura indispensable que se la llama para casi de todo un poco, ya que es un artista multidisciplinar al que no asusta nada que se le pueda plantear, de hecho, los retos son su principal motor. Vive un momento dulce, de intensa actividad productiva y creativa, disfrutando de una pasión por el arte que cultiva con su pareja, Marina Goti, sin la cual, asegura, “no podría hacer nada de todo lo que hago”, y eso es mucho. Ambos regentan la compañía 2Duendes, cuyo nombre hace honor a los inicios de Carlos en la pintura. “Me inicié en la expresión artística dibujando duendes y creo que me han dado suerte, por eso si puedo siempre coloco alguno en mis obras, son parte de mí, de ahí el nombre de la empresa”, asegura.

Uno de sus últimos trabajos se lo encargaron el párroco y el encargado de la iglesia San Nicolás de Neda, para hacer algo con los restos del árbol centenario que había en el atrio y hubo que talar; el resultado no ha podido ser más satisfactorio. “Esta talla en madera la terminé en cinco mañanas, a la gente le gusta mucho e incluso el cura asegura que va más gente a ver el santo que a las homilías”, bromea Carlos García. La escultura de madera a motosierra es un peregrino pero muchos la confunden con San Roque, ya que a la figura la acompaña un perro y porta también un bastón en sus manos.


Empecé haciendo rótulos para los feirantes, murales en locales y desde entonces no he parado de trabajar, el tallado de madera surgió un día, como con la piedra, probé y salió bien y ahí sigo 



Asegura que nunca le ha motivado lo de exponer en una galería o sala su trabajo, “a mi lo que me mueve es que todo el mundo, y no solo aquellos vinculados al mundo del arte, puedan ver mis creaciones; la calle es mi mejor lienzo, la mejor carta de presentación”. Se siente especialmente satisfecho por esos trabajos suyos que se exhiben en Neda, alguno de los cuales se ha convertido en un verdadero reclamo turístico, como el peregrino en madera de San Nicolás, el mural sobre el Concello dibujado delante de la Casa Consistorial, la talla en piedra que hizo hace años para la Festa do Pan o el recuerdo al relojero de la villa, Juan Díaz, que fue un encargo personal de su nieta y forma parte del “street art” de la villa. “Este tipo de trabajo es el que me gusta, porque la gente se lo encuentra de repente y lo disfruta, sin tener que pagar entrada o dirigirse a un lugar específico”, apunta García Romero.

Trabajos como el peregrino tallado a motosierra o la talla de la Festa do Pan, en piedra, asegura que no los piensa mucho. “Yo me pongo con la motosierra y empiezo a hacer cortes y de ahí salen figuras, no sé explicar bien cómo, me sale de dentro”.

Recuerda el polifacético artista que cuando era un niño se llevaba más de una reprimenda en el colegio por no atender en clase y dedicarse a hacer dibujos. “Lo mío no era sentarme delante de los libros, estudiar no me gustaba, pero el dibujo sí, podía pasar horas”, explica. Así, poco a poco empezó a familiarizarse con un aerógrafo y se puso a pintar, “me encargaban de todo, sobre todo para negocios de hostería, haciendo murales, decoraciones, rótulos para los feriantes; después empecé a pintar edificios públicos y fueron llegando las peticiones y así hasta hoy, no he parado”, afirma. 


Nunca me ha interesado lo de exponer en una galería, a mí lo que me mueve es que todo el mundo pueda ver mi trabajo en las calles, muros, casas, locales, etc. 



Tras esos inicios han pasado casi tres décadas en las que ha seguido cultivándose y formándose y en la actualidad domina numerosos campos. “Hacemos de todo, yo no me cierro a nada, estoy trabajando más que nunca –el covid le obligó a parar cuatro meses en los que lo pasó muy mal y estuvo muy grave por eso ahora dice que se enfrenta a la vida con mucha más decisión y ganas–, la gente me llama y voy, no importan lo que necesiten, y si hay que saber de soldadura o electricidad se aprende, esas nuevas exigencias me permitieron seguir creciendo, ampliando posibilidades, así es como lo veo, hay que darle a todo, no cerrarse, a mi me gusta hacer las cosas así y ahora más que nunca, el covid me ha permitido ser menos temeroso, salvo a la enfermedad, y tirar para delante, disfrutar de cada momento”.



Estaionalidad


Es Navidad y como tal en 2Duendes no paran de hacer decoraciones para estas fechas para negocios o instituciones. Este año han extrañado mucho a Paula Montopalco, fallecida este verano, con quien se encargaban siempre del diseño de las Cabalgatas. “La demanda de decoraciones aumenta en Navidad, Halloween, Carnaval, y el resto del año nos ocupamos de otros encargos, para ayuntamientos, negocios o particulares”, precisa el polifacético artista.

Sostiene Carlos García que no es capaz de enumerar la cantidad de obras suyas que hay diseminadas por la comarca –lo llaman cada vez más de otros ayuntamientos, de hecho ahora está haciendo trabajos para A Coruña y también para San Sadurniño, concello con el que colabora muy a menudo–, “no sabría decir, hay muchísimas, han sido muchos años y he hecho de todo: cantidad de locales, murales como el de la piscina de San Sadurniño, trabajos en negocios de hostelería como el Australian y el New Orleans, creaciones de las que me siento muy orgulloso como el barco en el que tanto juegan los niños y diferentes decoraciones para el Mesón A Granxa, a quienes tengo que agradecer la cantidad de encargos que me hacen siempre, me ayudan muchísimo, este año especialmente, al igual que Pizza Tutto que hace poco le hemos hecho un mural y solemos rotular sus furgonetas, son personas que siempre me echan una mano, en lo económico siempre responden”, sostiene. Añade García que no le importa no tener horario y dedicarle días y noches, “para mí lo importante es hacer realidad lo que otros sueñan o imaginan, eso me hace
feliz”. l

Carlos García y el arte de dar vida a los sueños con sus manos

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