“En Ferrol existe la trata”. La expresión es contundente y refleja una realidad a la que no se quiere mirar. El centro de día O Mencer, de las Hermanas Oblatas, y Cáritas Diocesana exponen esta situación en la Jornada de Oración y Reflexión sobre la Trata de Personas, que se celebra mañana. Se trata de una condición oculta, silenciada, y que puede parecer propia de lugares lejanos pero que acontece a nuestro lado. 
 

Las dos entidades unen fuerzas a través de un convenio de colaboración para avanzar en la atención a las víctimas del comercio de personas, mayoritariamente con fines de explotación sexual. Esta “esclavitud del siglo XXI”, una “sangrante forma de violencia de género, asentada en arcaicos valores patriarcales”, es, advierten, “una realidad muy presente en nuestra sociedad, que incide directamente en las mujeres y niñas y que termina por deshumanizar a la persona, reduciéndola a un objeto que se puede alquilar y vender”.

Atención durante 2022

En O Mencer, durante el año 2022, acompañaron a 298 personas en situación de prostitución. De ellas, 272 eran mujeres, 21 mujeres transexuales y 5 hombres. En este grupo detectaron a 61 que presentaban indicadores de ser víctimas de trata con fines de explotación sexual y a 3 que están formalmente reconocidas como tales. “A pesar de que la historia de cada una de las personas que acompañamos es particular, sí hay un elemento común en todas ellas: acceden a la situación de prostitución o trata empujadas por una situación de vulnerabilidad”, explican desde el centro. Y es precisamente esa vulnerabilidad (falta de recursos, de acceso a formación y a trabajo, cargas familiares...) la que las mantiene en ese contexto de explotación, agravado por el estigma social.
 

Las Oblatas y Cáritas trabajarán de forma coordinada en cuatro ejes: la cobertura de necesidades básicas de emergencia de víctimas y posibles víctimas; el alojamiento y acompañamiento social en viviendas de tránsito a la vida autónoma; la formación a agentes de Cáritas para la identificación, prevención y actuación; y la realización de actividades de sensibilización. 
 

Cáritas ponía hoy el acento también en cuestiones como la irregularidad administrativa, la deuda con las mafias o el aislamiento, que repercute en la falta de acceso a servicios básicos como la salud, la educación, una vivienda o la formación que permita la inserción laboral. 
 

Ambas entidades reclaman la creación de leyes que pongan en el centro a la víctima y no tanto al delito, con recursos para apoyar la recuperación, y la inversión en la educación de los jóvenes. “Es evidente que sin demanda no existiría la oferta”. Alertan sobre el hecho de que “cada vez son más jóvenes los hombres que pagan por sexo y conocemos los datos de la ONU que confirman a España como el país europeo con mayor demanda de prostitución y tercero del mundo”. Se necesita formación “que genere relaciones igualitarias y de respeto”.
 

En la presentación de la jornada participó también el obispo, Fernando García Cadiñanos, que reclamó “tomar conciencia social sobre este drama humano”, que sufren fundamentalmente mujeres y niñas, y “tener ojos abiertos que nos permitan reconocer junto a nosotros los procesos que llevan a las personas a trata”. “Todos tenemos una dignidad, un valor incalculable que nos impide ser tratados como meros objetos”, señaló el prelado.