La Semana Santa de 2023 deja atrás definitivamente el covid pero se topa con las obras en la calle de la Iglesia y en Ferrol Vello, que obligan a cambiar recorridos e incluso la fecha de una de las procesiones y que tienen muy preocupadas a las cofradías respecto a la imagen de la ciudad de cara al visitante y la movilidad por el centro. La Junta presentó en la mañana de este sábado las novedades para la celebración de este año (el Domingo de Ramos es el 2 de abril) en su sede de la calle Magdalena y las quejas por la situación se filtraron en las distintas intervenciones, unidas a la indignación por el uso del nombre de la Semana Santa y de la imagen de los capuchones para la cartelería de la feria que se llevará a cabo en el Cantón. Su presidente, César Carreño, pidió su retirada, por lo menos en los lugares por los que circulan las procesiones. "Los miles de visitantes que van a venir a Ferrol se lo van a encontrar empapelado con un bodrio de cartel donde aparece un capuchón y al lado pulpería no sé qué. No se puede utilizar el nombre de la Semana Santa de Ferrol y un capuchón para cualquier evento, sobre todo privado", comentó.

La Cofradía de las Angustias sacará en las procesiones a su imagen coronada, tras el acto que se celebró el 12 de junio. Saldrá por primera vez así el Jueves Santo. El Sábado, en la marcha de la Caridad y el Silencio, será portada a hombros, algo que no sucedía desde 1992. Doce portadores irán tapados bajo el trono. Además, han restaurado el Nazareno. Sus recorridos no están afectados por las obras pero sí por el derrumbe de edificios en la calle Carlos III, que los obliga a hacer modificaciones en el trazado.

La Cofradía de la Soledad, con importante presencia en el barrio de Ferrol Vello, tendrá que modificar sustancialmente sus procesiones, incluso cambiando de día la del Martes Santo, del Cristo de la Buena Muerte, que será el jueves y que transcurrirá por el barrio de A Magdalena. El Cristo de los Navegantes, que procesionará solo por la Marina y el interior del Arsenal, será portado a hombros en vez de en un artilugio mecánico. Estrenarán ropajes para la imagen de San Pedro, candeleros en el trono de la Soledad y han restaurado los tronos de San Pedro y del Ecce Homo. 

La Cofradía de Dolores presentará el Lunes Santo el nuevo manto de la Virgen de la Amargura, bordado en el taller del andaluz Enrique Carrascal. La imagen irá sobre un trono totalmente reformado en los talleres de Cándido Hermida y en el que también se llevará a la Virgen de la Piedad el jueves. 

La Cofradía de la Merced, la única que no ve modificados los itinerarios por las obras, recuperará en la procesión del Viernes Santo la tradición del sacar al Cristo Rendentor en un paso de misterio, acompañado por las imágenes de San Juan y de la Dolorosa, con las que comparte altar en la capilla del Tirso. 

La Cofradía del Santo Entierro volverá a realizar la ceremonia del Desenclavo, con la intención de consolidarla, aunque también con mucho cuidado debido al delicado estado de la talla. Después de la Semana Santa se enviará a restaurar. El Santo Entierro modificará su recorrido, entrando en A Magdalena desde Irmandiños y calle Coruña. 

La Semana Santa de Ferrol, declarada de Interés Turístico Internacional en 2014, moviliza a miles de personas en su organización, saliendo a las calles unas 3.000 personas entre nazarenos y bandas de música (solo la de Dolores del Jueves Santo implica a 1.400 personas), aparte de las que acuden a contemplar los desfiles. Supone el mayor revulsivo turístico de la ciudad. "Hoy en día la Semana Santa de Ferrol está en un nivel muy bueno. A veces no somos muy conscientes de su importancia y se valora más fuera que dentro", apuntó César Carreño, que recordó que el National Geographic la ubica entre las mejores de España. En ese camino cobra gran importancia el haberse agrupado, primero como coordinadora y ahora como junta. Un trabajo que se reconoce con la entrega de medallas, en la tarde del sábado en el Jofre, dentro del acto del pregón, a quienes las presidieron: Mario Villaamil, Félix Sande y Meca Arcos. 

Recibe una subvención de 42.500 euros por parte del Concello de Ferrol para la organización, que se destina principalmente a las bandas de música y adornos florales, según explica César Carreño. La Xunta aporta 40.000 euros para la promoción turística y Abanca, 10.000 euros por el mismo concepto. Son cifras que estos dos organismos dan a todas las Fiestas de Interés Turístico Internacional. Los demás gastos, incluyendo restauración y compra de imágenes y tronos, se sufragan con las cuotas de los cofrades y con recursos propios.