La asociación Cometa, protectora de animales que cuenta con un refugio para mascotas abandonadas, se encuentra en una situación extrema y ha lanzado un SOS: “Cerramos las puertas temporalmente por falta de adopciones”.
Se trata de una situación insostenible para la entidad, que no deja por ello de prestar su labor de cuidado de los animales de su refugio ni de entrega de adopciones, al hallarse al 100% sus instalaciones. Una situación que, como explica una de sus voluntarias, Nuria Pérez Rey, “yo no había vivido antes, en los, aproximadamente, seis años que llevo en la entidad”.
Los caniles están llenos, porque los abandonos han aumentado exponencialmente y no hay adoptantes. No se trata ya de perros encontrados y remitidos al refugio que la entidad posee en la parroquia naronesa de Doso sino de propietarios que piden que se les recojan sus mascotas, porque no pueden hacerse cargo de ellas.
Nuria Pérez explica cuáles son las principales causas de estos abandonos, destacando cuestiones como “las alergias de los hijos, la falta de recursos económicos o el fallecimiento de los padres, propietarios del animal, y del que los herederos no quieren hacerse cargo”.
Con este panorama en aumento, la protectora Cometa se ve ahora con una treintena de canes en el refugio o en casas de acogida a los que no ven salida. Además, la variedad de razas, con distintos tamaños, caracteres o circunstancias, hacen que muchos no puedan compartir canil, con lo que las instalaciones se hacen insuficientes.
Hay perros de edad avanzada que tienen ese handicap a la hora de ser elegidos por un adoptante, como es el caso de Papi, un perro de unos diez años, con artrosis y cruce de can de palleiro. Pese a que se entregaría con los gastos permanentes solucionados, nadie quiere hacerse cargo de este perro.
Pero la situación no solo afecta a canes mayores . Desde la protectora, Nuria Pérez explica que hay perros jóvenes de uno a cinco años que siguen esperando su oportunidad.
El hecho es que, apunta, “todos quieren un cachorro y pasado el tiempo molestan”, por lo que entregarlo a una protectora es la solución fácil.
Una treintena de perros esperan un hogar y se entregan desparasitados, con chip y esterilizados
Aunque la Lei de Benestar Animal que ha entrado en vigor es estricta a la hora de hacer cumplir una serie de requisitos a los propietarios de mascotas, desde Cometa no ven en esta medida la causa directa de los abandonos. “Sí vemos mucha desinformación, que lo que hacen es más víctimas a los animales y más miedo a lo desconocido en los posibles propietarios”.
Con la proximidad de las fiestas navideñas, aumenta el temor a los futuros abandonos. Así, desde Cometa señalan como momentos “clave” para deshacerse de los perros, febrero-marzo –cuando el cachorro navideño ya empieza a dejar de serlo–, el final de la temporada de caza y los comienzos de verano. La situación este año, sin embargo, “ha sido continua” y ha llevado a que haya una lista de espera para poder usar el refugio, una situación que califican de “insólita”.
Son en torno a una veintena las voluntarias que se hacen cargo de esta entidad que, aunque cuenta con subvenciones de la administración, por ser la única protectora con un refugio legalizado, son muchos los gastos y muy dificultoso el proceso de justificación hasta que se cobran las ayudas. La única solución para poder mantenerse son las adopciones y de ahí la voz de auxilio que mandan desde Cometa.
Los animales se entregan desparasitados, esterilizados y, por supuesto, con microchip, por lo que la cuota de adopción –unos 120 euros– ayudan a hacer frente a los gastos veterinarios y de trabajo, que, de nos ser así, podrían ascender a entre 300 y 400 euros, dependiendo del tamaño del perro.
“No se trata de vender perros, como piensan algunos, sino de hacer frente a los gastos y medidas a los que obliga la ley”, recuerdan desde la entidad Cometa.