El gobierno local de Ferrol trasladó esta mañana al resto de grupos municipales el nuevo Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS) de la ciudad naval, un documento que se plantea como una hoja de ruta para la implantación paulatina de medidas que fomenten el uso de medios de transporte alternativos y la reducción de emisiones a la atmósfera.
Tal y como señaló la concejala de Seguridade, Pamen Pieltain, la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética establece “a obligación de todos os municipios de máis de 50.000 habitantes a adoptar” estos planes para “mitigar” la huella contaminante del transporte, con medidas tales como el establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Así, el nuevo documento “combina” actuaciones ya incluidas en anteriores PMUS –principalmente del 2009–, “coas necesidades actuais e futuras, de maneira que se garanta a coherencia e funcionalidade das propostas a medio e longo prazo”.
La propuesta, no obstante, ha sido fuertemente criticada por los grupos de la oposición principalmente por dos factores: la apuesta por un modelo de “humanización” del entorno urbano que rompe con el de la peatonalización y por disponer únicamente de siete días para la presentación de aportaciones.
El nuevo PMUS, de este modo, presenta el marco normativo a nivel local, autonómico, nacional y europeo sobre el que se articula; la metodología para su elaboración; el grado de ejecución del anterior documento y del Plan de Acción Local da Axenda Urbana de Ferrol 2030; un análisis de otros programas y de diferentes facetas socioeconómicas del término municipal y un apartado de potenciales medidas a aplicar.
Entre las propuestas, el Concello destaca una apuesta por “unha humanización do entorno, permitindo que tanto vehículos motorizados como non motorizados poidan compartir espazos sen necesidade de prohibir a circulación aos vehículos privados”, concretamente en aquellas perpendiculares a los viales ya peatonales, es decir, Carme, Rubalcava, Terra, Concepción Arenal, Coruña, Sánchez Barcaiztegui y Méndez Núñez. En su defecto, el gobierno local plantea la creación de “sendas verdes”, que serán “itinerarios peonís humanizados, accesibles e rodeados de vexetación”, así como azules, para “poñer en valor o mar”, además de limitar la velocidad en los tramos humanizados.
Del mismo modo, para incentivar el uso de bicicletas, se realizarán campañas de concienciación y actividades al aire libre, se potenciará el servicio de préstamo de estos vehículos y se implantará una “red ciclable”, recuperando los ejes no ejecutados en el PMUS de 2009 e incrementando el número de espacios para aparcar bicicletas. Asimismo, el gobierno local se propone ampliar el número de aparcamientos disuasorios, desarrollando nuevos en los barrios de A Magdalena, Ferrol Vello, Esteiro, Caranza, Ultramar, O Ensanche, A Graña, San Pablo y San Xoán.
En relación al transporte público, el Concello buscará “consolidar o taxi como unha alternativa eficiente” mediante un plan de mejora de paradas –también para los autobuses–. Respecto a estos últimos, el documento subraya que el servicio actual depende de la administración autonómica, por lo que la ampliación de líneas al rural o el incremento de paradas –especialmente a la hora de establecer nuevas en los mencionados aparcamientos disuasorios– deberán consensuarse con la Xunta o, en su defecto, esperar tres años a que finalice el actual convenio para introducir los cambios en el nuevo pliego.
En cuanto a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), el Concello detalla que la realidad actual hace obsoleta la anterior propuesta y que, por tanto, la nueva se establecerá tras estudiar las necesidades y características particulares de la ciudad. No obstante, un análisis preliminar apunta al barrio de Ferrol Vello y parte de A Magdalena como la ubicación más idónea.
Las medidas en relación al tráfico rodado son las que más críticas han despertado entre los grupos de la oposición, dado que, a su juicio, favorecen a quienes emplean el vehículo privado frente a los peatones.
Así, el gobierno local plantea una ampliación de las franjas horarias para la Distribución Urbana de Mercancías (DUM) que podrían modificarse en función de la realidad de cada barrio. También se propone la reactivación de la zona azul “para mellorar a rotación do estacionamento nas áreas comerciais”; la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos o una reordenación de los aparcamientos en “semibatería” para mejorar la eficiencia y la seguridad en el aparcamiento.
No obstante, las dos decisiones que más rechazo han generado ha sido la revisión a la baja de las sanciones por estacionamiento “indebido” –bajo la tesis de reducir la presión económica a los ferrolanos– y la posibilidad de circular y aparcar en zonas peatonales o exclusivas para residentes para aquellas personas que trabajen en las mismas y lo puedan acreditar.
Como ya se señaló, las críticas de la oposición a este nuevo documento no se han hecho esperar. Ángel Mato, portavoz del grupo municipal socialista y anterior alcalde, afirmó que este PMUS “no tiene ninguna ambición” y que es totalmente contrario “al de la mayoría de ciudades de nuestro entorno”.
“El propio plan en lugar de hablar de calles peatonales menciona exclusivamente la humanización de espacios”, algo que considera “significativo”, dado que las medidas anteriores tomadas por el actual ejecutivo “iban en sentido totalmente contrario, como incrementar las velocidades en las zonas más pobladas”. De esta forma, el portavoz socialista estima que este documento es únicamente un “trámite” ante la obligatoriedad del mismo.
Por su parte, el líder del BNG de Ferrol, Iván Rivas, calificó la propuesta de “anacrónica”, considerando “fundamental” que se incluyan las medidas planteadas por su formación en su momento, orientadas a “desenvolver un cambio modal onde se priorice o transporte público e se fomente a mobilidade peonil e ciclista”. Asimismo, el nacionalista apuesta por medidas como la finalización del proceso de peatonalización de A Magdalena, eliminar aparcamiento de superficie e incentivar el subterráneo y el disuasorio o incrementar los servicios y horarios de autobús. Por otra parte, denunció que en los últimos años el uso del transporte privado en Ferrol se incrementó en un 15%.
Finalmente, el portavoz de Ferrol en Común, Jorge Suárez, también considera “inaceptable” el PMUS y “toda unha declaración de intencións para aplicar políticas retrógradas e negacionistas”, siendo especialmente crítico con la propuesta de “humanización” de las calles en lugar de abogar por la peatonalización y las áreas para “residentes laborales”. De igual modo, incidió en el hecho de que el documento “só fala dexeneralidades”, censurando que “non contempla actuacións concretas, nin un cronograma, nin dotacións económicas”.