La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao sigue viviendo un momento agridulce a nivel de operaciones. Por un lado, la crisis de los sólidos, representada por el cierre paulatino de la central de As Pontes y la falta de actividad de Alcoa/Alu Ibérica, sigue lastrando sus resultados globales, hasta el punto de situar en negativo su balance de crecimiento porcentual acumulado. Por el otro, el resto de áreas de negocio del organismo dirigido por Francisco Barea, especialmente la de mercancía en contenedores, siguen manteniendo una férrea tendencia positiva, sumando meses de incrementos continuos.
Esta es la situación que se desprende del último informe mensual publicado esta misma semana por Puertos del Estado y correspondiente al mes de julio. Y es que, como ya se señaló en anteriores, los sólidos han sido, hasta hace poco menos de un lustro, la piedra angular de las operaciones portuarias ferrolanas y lucenses, por lo que la diversificación de tráficos, especialmente hacia áreas donde otras Autoridades Portuarias de Galicia son predominantes –como los graneles líquidos en A Coruña gracias a la fábrica de Repsol o las mercancías en Vigo por contar con una zona franca–, sigue siendo un proceso lento.
A nivel de cifras, las dársenas ferrolanas cerraron el mes de julio con un tráfico acumulado desde enero un 22,7% por debajo del mismo período del año anterior –pasando de 6.963.064 a 5.381.150 toneladas–; mientras que la caída mensual fue del 43,18% –de 1.033.644 a 587.356 toneladas–. Esto, como se verá más adelante, responde a dos factores: por un lado, como ya se mencionó, a la situación de los sólidos, que arrastran las cifras desde comienzos de año; pero también, por otra parte, a un mes especialmente lento que ha afectado en mayor o menor medida a todas las áreas de negocio –algo que ha sucedido en los grandes puertos gallegos salvo en Vigo–.
Este fenómeno, no obstante, se explica por la baja actividad durante los meses de verano, que contrastan notablemente con la primavera y el otoño, donde se aglutinan los principales picos anuales.
Centrándonos en los tráficos concretos y comenzando por los sólidos, las dársenas ferrolanas cerraron julio con una caída acumulada desde comienzos de año del 50,9%, pasando de las 4.375.421 toneladas en el mismo período de 2022 a 2.149.812 del presente ejercicio. Este resultado supone una caída de 2.225.609 toneladas este año, una cifra muy superior al descenso interanual general de tráficos en el puerto, de 1.581.914 durante este mismo tiempo, lo que muestra el gran impacto que ha supuesto la bajada de importación de carbón, bauxita y alúmina en la región. A nivel mensual este declive ha sido igualmente dramático, pasando de 650.176 a 302.831 toneladas –es decir, un 53,42% menos–.
Dejando ya de lado los datos negativos, el área de graneles líquidos cerró el mes de julio con un incremento acumulado del 23,7%, alcanzando las 2.538.035 toneladas, casi medio millón más que las registradas en el mismo período del año pasado (2.052.215). No obstante, como ya se mencionó, el resultado mensual fue más lento de lo esperado, lo que se traduce en una caída del 21,6%, pasando de 280.141 a 219.413 toneladas.
El área de las mercancías, tanto en general como en contenedores, volvió a ser en julio la que experimentó el mayor crecimiento. En términos globales, estos tráficos tuvieron un crecimiento acumulado desde comienzos de año del 29,8%, subiendo de las 527.047 a las 684.263 toneladas. A nivel intermensual, no obstante, siguió la tendencia a la baja del resto de Puertos de interés general de Galicia, salvo Vigo, con una caída del 37%, pasando de las 101.724 en junio a 64.008 en julio.
El incremento porcentual desde comienzos de año, no obstante, se registró en el área de contenedores, que aun siendo la más reducida a día de hoy –representó el pasado mes el 36,8% del total de tráficos en este segmento en términos de volumen–, también es la que cuenta con un mayor y más constante crecimiento a lo largo del tiempo. De este modo, el informe revela que, a 31 de julio, se alcanzaron desde enero un total de 252.178 toneladas, un 31,9% más que en el mismo período del año pasado (191.172). A nivel de unidades de transporte (TEUs) cargadas y descargadas en la terminal que gestiona la turca Yilport en el puerto exterior, el aumento acumulado fue del 21,6%, pasando de 16.965 contenedores a 20.621.
Por último, un área que suele pasar desapercibida en estos informes suele ser la de los cruceros, que se analiza de forma independiente. En este caso, el número de buques que atracaron en Ferrol pasó de siete a nueve en el presente 2023, mientras que el número de pasajeros creció un 5,6% –de 3.876 a 4.094–.