La IV Andaina Inclusiva de Cores del Concello de Ferrol vistió ayer de alegría y luz el paseo marítimo de Caranza en una edición en la que hubo 400 inscripciones y en la que, en un ambiente festivo, se reivindica y a la vez se fomenta la inclusión social y la accesibilidad de las personas con discapacidad.

De hecho, el trazado estaba pensado para que pudieran participar personas de toda condición física y edad, sin ánimo competitivo. Eran cerca de dos kilómetros entre la ermita del barrio y la cuesta de subida al hospital y a la piscina. A lo largo del trazado, los caminantes recibieron una buena ración de polvos de colores, a modo de festival holi, gracias a los voluntarios del colegio La Salle y de la ASCM. La asociación, con el Concello de Ferrol y con la Asociación de Vecinos, impulsa esta fiesta, en la que se repartieron diferentes premios, aportados por la entidad vecinal.

Premiados

La participante de mayor edad fue Quina Fernández y el más pequeño, Eirán, con seis meses. También se reconoció al colegio con mayor participación (el Ledicia de Caranza, antiguo Masdías) y a la entidad social que más corredores sumó, que en este caso fue el Souto de Leixa.

La andaina contó con la participación de varias concejalas de la corporación, que además se encargaron de entregar los premios, como en el caso de Rosa Martínez, Patricia Cons, Eva Martínez o Nerea Purriños.