La alianza entre Reganosa y Enagás, gestor técnico del sistema gasista español, en relación a la gestión de la planta regasificadora de El Musel, en Asturias, fue una de las noticias más sonadas del año a nivel económico en la comarca. El acuerdo, que incluso contó con el visto bueno de la Xunta como accionista de la firma mugardesa –posee un 10% de las participaciones–, ponía fin no solo a una importante disputa sobre la situación de las instalaciones gijonesas, sino también a la incertidumbre sobre la conexión de Galicia con el corredor europeo de hidrógeno verde.

Así, pese a haber sido anunciado a comienzos del mes de marzo, este pacto se consumó finalmente hoy tras publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la autorización para la transmisión de la titularidad de la planta asturiana de Enagás a la sociedad Musel Energy Hub. Esto, en la práctica, se traduce en la entrada de Reganosa en la titularidad de la planta, con un 25% de sus participaciones –poseyendo el gestor técnico el 75%– y, al mismo tiempo, en la adquisición por Enagás de la red de gasoductos de la mugardesa.

Y es que, como señalaron ambas partes en su momento, en virtud de este acuerdo Reganosa adquirió un cuarto de la titularidad de la planta por un total de 95 millones de euros, mientras que Enagás se hacía a su vez con la infraestructura de distribución de la que fuera su rival por 54 millones. Asimismo, el pacto contemplaba que la primera “cedería” al gestor del sistema su posición como promotor del nudo de conexión de Guitiriz-Zamora, siempre que esta se comprometiese a “impulsar” su desarrollo y, con ello, la conexión de Galicia al mencionado corredor de hidrógeno.

De hecho, cabe recordar que este último punto fue fundamental para obtener el visto bueno de la Xunta, dada la gran apuesta que se está haciendo en la Comunidad por esta forma de combustible poco contaminante.

De este modo, se hace oficial la adquisición por parte de Enagás de una red de 130 kilómetros de gasoductos de 80 bares de presión. Esta infraestructura, como detalló la mugardesa el pasado marzo, cuenta con tres estaciones de regulación y medida y trece posiciones de válvulas, además de conectar la planta de Punta Promontoiro y el mencionado nudo de Guitiriz con las centrales de ciclo combinado de As Pontes y Sabón, en Arteixo, y con la refinería de Repsol en A Coruña, así como de proveer de Gas Natural Licuado (GNL) a los núcleos urbanos de Cerceda y la villa pontesa.

En cuanto a la planta asturiana, en marcha desde el pasado mes de junio, cuenta con dos tanques con capacidad de almacenar 150.000 metros cúbicos de GNL y, según las previsiones de la compañía, podría llegar a aportar al sistema unos ocho bcm –billion cúbic meter, o mil millones de metros cúbicos, en español– al año. De igual modo, Enagás detalló que en las instalaciones podrán atracar metaneros que transporten entre 50.000 y 266.000 metros cúbicos de gas.